Entre cartas, poemas y cuentos
Cuando Bolívar se inició en las luchas libertarias, en uno de sus recorridos encontró a un campesino que resultó ser el esposo de Casilda, vecina de Endor, le habló así:
– Vi en la posada una yegua, ¿por qué no me la alquilaste?
– Porque se podía perder la cría, contestó el campesino.
– Yo te hubiera dado el valor del potro.
– Es que Casilda, mi mujer, ha soñado que ese potro será para un hombre muy grande, para un general muy importante, y los sueños de mi mu-jer son ciertos. El oráculo, la llaman en el pue-blo; la agorera, la titula el cura.
– ¿Y es que tu crees en sueños?
– Ciertamente, y en los de mi mujer con mayor razón. ¿Y usted no cree en ellos?
– Yo vivo soñando y seguiré soñando.
– ¿Y con qué sueña usted? Con la libertad del mundo.
Cuenta la historia que cuando Bolívar pudo hablar con Casilda, esta fue la conversación:
–¿No ha vuelto usted a soñar conmigo? Preguntó Bolívar -yo creo en sus sueños-.
– Señor, lo he visto a usted en mi potro entrar en las ciudades después de las batallas.
Cuatro años después, se le acercó al Libertador un campesino que conducía un hermoso potro blanco, el hombre le dijo que era el presente que Casilda enviaba al héroe predestinado. Bolívar recordó la premonición de Casilda, montó en el caballo y corrió por los campos de la gloria.
Del libro del Dr. Carlos Saravia Goitia: Simón Bolívar EL LIBERTADOR.
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 8.32 Bs. |
1 UFV: | 1.76746 Bs. |
Impunidad |