Terminal de buses de Oruro está en deterioro y colmada de basura

Oruro, (EL DIARIO).- El hotel y la terminal de buses de Oruro están en completo deterioro y lleno de basura. No se ha efectuado ni siquiera una tarea de mantenimiento, durante los 15 años en que se encontraba en poder de la familia Loayza y casi un centenar de pequeños accionistas que participaron en la administración de los dos ambientes.

La inspección fue realizada por el gobernador, Santos Tito, funcionarios de Turismo y periodistas, para verificar las condiciones en que fue encontrado el edificio que hace 32 años era la mejor terminal de Bolivia. Hoy, la situación es precaria y se requiere de urgente mantenimiento, para que funcione adecuadamente.

El Gobernador dijo que se ha dispuesto el estudio técnico y económico, para realizar ese trabajo de mantenimiento, porque un edificio de esa magnitud “no puede seguir funcionando en las mismas condiciones”. Los pisos de los ambientes del hotel están desgastados, no hay alfombras ni ventanales limpios.

Los periodistas, sin embargo, preguntaron si los funcionarios de Turismo realizaban permanente revisión de las camas y pasillos. Uno de los empleados explicó que, efectivamente, se hacía esa tarea y hace un año, se efectuó la clausura del hotel. Sin embargo, no supo dar una razón por la cual seguía en funcionamiento, si las condiciones eran tan precarias.

La basura no fue recogida durante casi un mes de las movilizaciones y la huelga iniciada por seis trabajadores que fueron despedidos por la heredera del inmueble, Marcela Loayza, porque supuestamente “no cumplían sus obligaciones”.

El edificio fue revertido, por disposición del gobierno, a poder del Estado, bajo la administración de la Gobernación de Oruro. Ayer, los buses volvieron a ingresar a los andenes, mientras que los usuarios también lograron sus pasajes en el interior. Sin embargo, centenares de pasajeros siguen con la costumbre de tomar los buses en la calle y no en el andén que le corresponde a cada empresa de transporte.

Las largas filas de pasajeros que se formaban en la calle han desaparecido, pero alrededor de la terminal persisten las paradas improvisadas de los buses, con o sin pasajeros, obstruyendo el normal tráfico de motorizados en los alrededores. A esas condiciones precarias, se sumó el trabajo de la Alcaldía que empezó a sacar las losetas de las calles, con el objetivo de efectuar el asfaltado de esas áreas. El congestionamiento vehicular se hizo más notorio, porque no hay vías disponibles para el tráfico.

Por su parte, los pequeños accionistas de oficinas y kioscos, que también formaban parte de la sociedad anónima Sebastián Pagador, como propietaria del edificio, pidieron al gobernador una solución a sus demandas, porque se encuentran “susceptibles de perder su derecho propietario, con la reversión que hizo el gobierno”.

Las mismas empresas de transporte formaban parte de la sociedad anónima.