Soyeros asumen reto de producir bajo la certificación “responsable”

Los productores de oleaginosas del país, asumieron el reto y compromiso de producir soya bajo los parámetros de certificación responsable como un aporte para una mayor y mejor alimentación, informó ayer, el presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Wilfredo Rojo.

Los productores de oleaginosas se reunieron ayer en el foro internacional “Producción de Soya Responsable. Estándar de la Asociación Internacional de Soya Responsable (RTRS por su sigla en inglés)” de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), con el objetivo de implementar niveles de producción responsable en el bloque que integran Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y tiene como países asociados a Bolivia, Chile, Colombia, Perú, y Ecuador.

“Cómo se siembra, así también se cosecha. Producir más y mejor es bueno, y si se trata de una producción socialmente responsable, mucho mejor pues tendrá además buenos réditos económicos”, dijo Rojo en la inauguración del evento.

Destacó la labor del IBCE en el campo de la responsabilidad social empresarial, como una herramienta para apoyar al sector exportador con las exigencias internacionales del “Triple Sello”, que avala la calidad en la producción.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Demetrio Pérez, ponderó el compromiso de los soyeros bolivianos con la producción de alimentos para la población boliviana y la exportación de los excedentes.

Dijo que Anapo está avanzando en la difusión del estándar de la Asociación Internacional de Soya Responsable (RTRS), para promover la producción de una soya económicamente viable, socialmente equitativa y ambientalmente apropiada.

“Tenemos avances significativos en la producción de soya sustentable, pero somos conscientes que necesitamos un proceso de mejora continua, que nos permita estar preparados a las exigencias del mercado para la soya boliviana”, enfatizó.

El experto argentino, Agustín Mascotena, director Ejecutivo de la Asociación Internacional de Soya Responsable, explicó que el propósito de la estandarización no es certificar la mayor cantidad de “soya responsable”, sino impactar positivamente en los procesos de producción, a través de una reducción del cambio climático y de las emisiones de carbono, protección de la biodiversidad y de los consumidores, empleados, comercio justo y la seguridad alimentaria.