La contaminación acústica conduce a una serie de efectos nocivos para la salud, provocando cambios severos en el comportamiento humano.
Los constantes ruidos generados por bocinas y altoparlantes en la ciudad de La Paz, han incrementado las alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso y auditivo, informó el director general del Instituto Nacional Ocupacional (INSO), Jimmy Hassenteuffel.
El especialista señaló que los ruidos generados, principalmente en el centro de la ciudad, donde se encuentra el mayor movimiento del comercio y el transporte público, están provocando varias enfermedades a nivel del sistema nervioso y auditivo, entre otros, que amenazan la salud de la ciudadanía.
“La contaminación acústica, como es el caso del ruido, conduce a una serie de efectos nocivos para las personas como: alteraciones del sueño, efectos fisiológicos auditivos y no auditivos, problemas cardiovasculares e interferencias en la comunicación, entre otros”, explicó.
Los ruidos que emiten los altoparlantes, bocinas, megáfonos y altavoces en las calles, que se encuentran en distintos espacios públicos, afectan el funcionamiento de los sentidos, lo que tiene sus repercusiones en el comportamiento y actitud de las personas, mismas que se reflejan en la agresividad, la intolerancia y el malestar físico. “El nivel de decibeles o volumen alto provocan serios problemas de salud, que en último caso pueden ser irreversibles”, dijo.
Hassenteuffel, explicó que el actual comportamiento de las personas, de acuerdo a las actitudes que expresan, se traduce en peleas, angustias, tensiones y agresividad, emociones que pueden degenerar en la aparición de enfermedades con distintas patologías.
El especialista señaló que la exposición prolongada a los ruidos excesivos, puede provocar la pérdida de la audición de manera paulatina; los más vulnerables a este problema son los niños y las personas de la tercera edad, quienes tienen su sistema auditivo muy frágil.
“La exposición prolongada al ruido excesivo puede causar la pérdida temporal o permanente de la audición, presión sanguínea alta, hipertensión, migraña, jaqueca o dolor de cabeza, aumento de los niveles de colesterol, úlcera gástrica, irritabilidad, insomnio y alteraciones psicológicas”, especificó.
Explicó que generalmente el ser humano esta expuesto a 80 decibeles, nivel muy elevado en vista de que el grado de sonido que la persona puede soportar es de 30 decibeles; “si esto llega a sobre pasar los 140 decibeles, el afectado puede perder parcial o permanentemente la audición”, dijo.
“El ruido también afecta a la memoria, porque altera el sistema cerebral, debido a la lenta articulación de los mecanismos de percepción, especialmente cuando se trata de palabras desconocidas o de mayor longitud, lo que nos lleva a concluir que en condiciones de ruido, el individuo se desgasta psicológicamente y le es difícil mantener su nivel de rendimiento”, finalizó.
DATOS
- Se llama contaminación acústica (o contaminación auditiva) al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en un determinado espacio o zona.
- Este término está estrechamente relacionado con el ruido, debido a que esta se da cuando el sonido es considerado como un contaminante, es decir, una resonancia molesta que puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos para una persona o grupo de personas.
- Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte, el comercio, la construcción de edificios , obras públicas y las industrias, entre otras.
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