Heridas mal curadas del gas

Uno trajina por la ciudad de La Paz y por lo general puede apreciar que los edificios dominan el espacio aéreo, lo que demuestra que no hay un orden arquitectónico, mientras que abajo, en las calles de las ciudad, los peatones deben sortear una serie de dificultades que definitivamente son una "tortura", especialmente en las aceras, que son un verdadero peligro para los ciudadanos, y ni hablar de las personas con capacidades diferentes, esta tema es de nunca acabar, y parece que de nunca tratar en el Gobierno Municipal y ahora desde algún tiempo aparecieron las ¨heridas¨provocadas por las instalaciones de gas domiciliario, que si bien es un alivio para la población que se beneficia con este servicio, es lamentable que las empresas sub contratadas no hagan una buena reparación de las aceras, a este triste panorama se suma la abusiva ocupación de las aceras por otros factores.

Los ciudadanos que caminan entre la calle Sucre al Este, El Tejar al Oeste, al Norte la ex estación Central y al Sur San Jorge, aparentemente ya están acostumbrados a este tipo de aceras ocupadas por otras personas que no son peatones y adquirieron un derecho que no está escrito, porque pasan y repasan, sorteando comerciantes, vendedores ambulantes, marchistas, bloqueadores, vehículos públicos que se estacionan dónde quieren y pueden.

Al final el único ultrajado de todo este movimiento diario, es el peatón, quien tiene que soportar los gritos de los voceadores de minibuses, los pitos de los agentes de tránsito, ferias, los bocinazos de los vehículos, los gritos de los vendedores ambulantes, la música estridente de los negocios, sumados a estos los letreros o publicidad que están a la altura de la piernas, en la cabeza, el hombro y ni que decir por la noche donde se incorporan en alto grado el ruido y las luces a cual mejoro peor.

Estas son algunas "pequeñas dificultades" que debemos sortear los paceños, durante todos los días en el centro de la ciudad y también en los barrios. La pregunta es ¿quién controla todo este tipo de agresiones a los peatones? hasta incluso uno podría pensar que al parecer es "normal".

En medio de comerciantes, vendedores ambulantes, minibuses que paran donde se les antoja, en media calle y pese al esfuerzo de las cebras, que realizan un trabajo encomiable, los ciudadanos seguimos vulnerando ese orden que debería ser la constante entre todos los habitantes. Pero al parecer tira para largo la educación vial.

Como si fuese poco, a esa labor se suman los controles viales de la comuna, quienes todos los días en las paradas, tienen que estar gritando con altavoces y a viva voz para que nosotros los ciudadanos, respetemos los lugares dispuestos de parada y los carriles para ubicarnos en los sectores autorizados. Contrariamente muchos no respetan las normas y menos el orden. Por supuesto también los choferes son el drama, quienes deberían alinearse a esa sistematización vial, pero olvídese eso no ocurrirá porque hacen lo que desean en las vías públicas.

A los choferes no les interesa si hay cebras, control vial del municipio, policías rompen toda norma en las paradas, calles avenidas y al parecer donde hay flujo vehicular.

PEATONES ULTRAJADOS EN EL CENTRO DE LA CIUDAD

El peatón paceño es ultrajado, golpeado, empujado, debe esquivar vendedores que ocupan casi toda la acera y los peatones deben hacer malabares para trasladarse de un lado para el otro. Para el colmo debe soportar una serie de fierros mal cortados en el en el piso, orejas de COTEL en desuso, que desde hace años no recogen y están colocados en los postes y paredes, sería bueno que los dirigentes sindicales que tienen tanto "poder" y los que manejan esa empresa telefónica se ocupen del asunto. Fierros incrustados a cada paso, huecos, piedras resbalosas en las aceras, que por cierto es un peligro para las personas. Obras que son entregadas por el municipio y a la semana ya están perforadas.

Calles como la Colombia, Yanacocha, Socabaya, las gradas del Prado son otro peligro por lo resbaloso de las losetas de piedra y que los encargados del municipio dejan en olvido y exponen especialmente a las mujeres por el uso de zapatos con tacones, y vulnerables a un resbalón que a diario se pueden observar, peor aún, cuando llueve en la ciudad.

En otras calles y en pleno centro, ya no existen aceras, porque los comerciantes de tiendas colocan sus letreros hasta media acera. A continuación se ubican otros comerciantes y para el peatón el resto, es decir la calzada.

INSTALACIÓN DE GAS EN LOS BARRIOS

Esto ocurre en el centro de la ciudad, pero el problema aumenta, cuando en diferentes zonas de la ciudad de manera silenciosa y como "topitos" de la noche a la mañana comienzan a realizar zanjas en las aceras, desagües de calles o avenidas con la finalidad de instalar la red de gas, por supuesto no estamos en contra, por el contrario es un beneficio para las familias paceñas.

La observación no es a la instalación de gas, sino en la forma que se realizan las obras de tendido que parece no tiene una supervisión adecuada por parte de la empresa estatal y si existe está mal realizada. Hechas las averiguaciones, es la empresa nacionalizada Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, que contrata pequeñas empresas para que realicen este trabajo de cavar zanjas y taparlas, además de instalar las redes de tubos, sin embargo y al parecer no son personas que conozcan de un trabajo de albañilería o construcción, porque luego de colocar los tubos y ser enterrados, simplemente le dan un maquillaje con una mezcla pobre de cemento y a la rápida, ni siquiera se compacta la tierra provocando inmediatos hundimientos (foto) el trabajo que realizan es a la ligera.

Esto provoca como dijimos, que luego de unos días se hunda el cemento y queden huecos en las aceras, pero algo peor sucede cuando llueve y en definitiva las aceras se destruyen. Situación que a nadie le importa y menos a la empresa que realizó la zanja, porque desaparecen de donde efectuaron la instalación y no hay a quien responsabilizar de las pobres obras que efectúan.

Metro Cuadrado buscó en la ciudad este tipo de obras y pudo encontrar algunas al norte de la ciudad y pudimos comprobar que efectivamente quienes ejecutan son pequeñas empresas y no quisieron dar muchas razones sobre el tema que hoy revelamos. Fue difícil conversar con "los contratistas", pues la única explicación que recibimos es que eran contratados por autoridades de YPFB, ubicados en la avenida Entre Ríos.

"A nosotros nos indican por donde debemos cavar, ellos trazan esas líneas que ustedes observan con una cierta profundidad requerida y nos apuran para concluir las zanjas, porque al parecer la empresa que nos contrata, quiere hacerlo en cuestión de días. Seguramente es para no gastar mucho dinero, porque nos pagan por avance y otros por jornada" afirma Paulina que no desea ser identificada del todo y conversa con la pala en la mano a la hora de almuerzo. Consultada del por qué se hace tan a la ligera el trabajo "el contratista quiere ahorrar pues. Nos dicen que no tenemos mucho tiempo y que el colocado de los tubos se viene de pronto, aunque en tiempo de lluvia es más grave, las zanjas se llenan de agua y al día siguiente debemos tratar de sacarla o esperar a que seque (el agua) y adecuar el cavado".

CONFIRMADO: MATERIAL POBRE Y DÉBIL

Mientras que W. Quispe, algo así como control de obra, que hace el mismo trabajo, fue más contundente a la hora de definir la situación "usted ha podido observar en la calle tres de la Ciudadela Ferroviaria, el año pasado efectuaron la instalación de gas y ¿cómo quedó? llena de huecos y el cemento que colocaron se hundió, porque las empresas que nos contratan nos dan poquito material, arena, cemento. En muchos casos un bolsa de cemento tenemos que estirar al máximo y colocamos una capa delgadita encima del empedrado, e incluso no apisonamos la tierra y como no hacemos esto, la tierra cede dentro de un tiempo y el cemento que ponemos es delgadito y se hunde el lugar de la zanja. Es por eso, que algunos vecinos nos entregan un poco de cemento para aumentar la fuerza (del cemento)".

Este grupo de cavadores, en esta oportunidad estuvo en la zona norte y contra el tiempo avanzaron las zanjas "una vez que coloquen los tubos, vamos a tapar de la misma forma que en otros casos rápido y poco cemento. El chiste es que se vea bien a la vista, el resto no interesa. Ahora, si nos darían más material podríamos realizar un mejor trabajo, pero eso no pasa por nosotros los obreros, sino por la empresa que nos contrata" agrega.

Los obreros confirman que la empresa contratada por Yacimientos, subcontrata a los excavadores (ras) y la propuesta económica por cada cinco metros de avance perciben al suma de 100 bolivianos, pero el trabajo consiste: en cavar, dejar con una capa de tierra para la instalación de los tubos de gas, cernir tierra para colocar alrededor del material que conduce el energético, continuar con el enterrado, empedrar y pasar una capa delgada de cemento (maquillaje), no importa si posteriormente se hunde, como normalmente está ocurriendo en los barrios que colocaron la redes de gas, sin que nadie diga nada y que al final las aceras quedan como bombardeadas, porque en cuestión de semanas se hunde y está claro que los vecinos tienen que hacer destruir toda la acera y nuevamente vaciar cemento, con un costo adicional al colocado de la rede de gas.

En estas obras existe un "fiscalizador" de obra que lleva justamente el uniforme y el logotipo de YPFB, pero no les conmueve el hecho, es normal que las obras lo hagan de esa manera a vista y paciencia del funcionario. Seguramente habrá muchas explicaciones teóricas. Pero ésta es la realidad en las calles de nuestra ciudad.