Macrófitas convierten a laguna de Alalay en zona pantanosa

Cochabamba, (EL DIARIO).- La proliferación desmedida de repollitos de agua (macrófitas), en la laguna Alalay, ocasionó que el lugar en los últimos meses, se convierta en una especie de zona pantanosa, la declaratoria de estado de emergencia ambiental y medidas de recuperación anunciadas por las autoridades aún son inciertas.

Bastan unos cuantos metros a lo lejos, para advertir que más del 90% de la laguna de Alalay, continua poblada por millones de macrófitas, que convirtieron la zona en una especie de pantano, dando la impresión de ser una cancha de futbol, pese a existir ordenanzas y proyectos de recuperación, día que pasa, la situación se complica.

“No sé de que laguna podemos hablar, todo está contaminado, poblado de macrófitas, ya no tenemos un espejo de agua sino otro pantano en la ciudad, es lamentable que no se haya hecho nada, porque recoger unas cuentas todos los días no resuelve un problema de esta magnitud”, manifestó la concejal Ninoska Lazarte.

Durante los últimos meses, la presencia de partículas tóxicas que provienen de las alcantarillas, y residuos químicos de fábricas clandestinas de jeans que funcionan en los alrededores, ocasionó que las aguas de la lagua de Alalay se contaminen, situación que derivó en la proliferación a grandes escalas de los denominados repollitos verdes, que terminaron con el oxígeno. Miles de peces y aves silvestres murieron.

Recientemente, el Concejo Municipal a través de una declaratoria de estado de emergencia ambiental autorizó el uso de más de un millón de bolivianos para la recuperación del lugar, monto económico considerado insuficiente, según señaló el director de Medio Ambiente, Germán Parrilla, quien aseguró que al menos se requieren 14 millones de bolivianos para la recuperación integral de todo el lugar.

“Requerimos de más recursos, lo que se tienen que hacer en la laguna es el dragado de las aguas, cambiarlas totalmente, extraer el 70% de macrófitas y recuperar especies que habitan, todo esto requiere de bastante tiempo, por lo menos un año, mientras no tengamos mayor apoyo económico, poco o nada se puede hacer”, manifestó.

Lo cierto, es que hasta la fecha, los trabajos de recuperación se limitan a un grupo de trabajadores en su mayoría mujeres, quienes manualmente todas las mañanas, extraen entre 100 a 200 toneladas de las miles de macrófitas que existen en lo que pasó de ser un espejo de agua, a una zona altamente contaminada y pantanosa.