Cuando la bala no mata…

Mario Murillo nació en La Paz, Bolivia, el 7 de agosto del ´80. Es sociólogo y da cátedra en la Universidad Mayor de San Andrés y en la Universidad Católica Boliviana. Si bien no es literato de título, es un gran escritor innato que ha escrito crónicas futboleras y artículos sobre temas de su especialidad en diversas compilaciones y revistas. Al momento en que su nuevo libro inspiró el film documental “La bala no mata” producido por la Fundación Grupo Ukamau, Mario participó como guionista y asistente de dirección. Su obra que es una etnografía sobre la Liga Deportiva El Tejar está en prensa, pronta a salir; Murillo también integra el grupo anarco-ch`ixi El Colectivo 2. Habiéndose presentado “La Bala No Mata Sino el Destino” (cronología de la revolución del ´52) el pasado viernes en la 17ª Feria Internacional del Libro, La Guía entrevistó a su autor.

Es atípico que un escritor joven se interese por lo ocurrido el ´52 ¿En qué momento nace tu interés por lo ocurrido en este escenario importante de la historia nuestra?

Mi interés por la insurrección del ´52 nació en el octubre boliviano de 2003. En el violento levantamiento popular contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, algunas escenas quedaron pegadas a mi memoria. Los vagones del tren encima de las pasarelas de Río Seco en El Alto siendo arrastrados por miles de manos que los alzaban, o las rondas de vigilancia en la zona sur de La Paz, de vecinos con miedo a que bajasen los “indios”. Estas escenas iban a faltar en los libros de Historia del futuro. ¿Dónde encontraré los vagones de tren levantados en medio de la ciudad de El Alto? ¿Dónde quedará la atmósfera de insurrección, la épica social, la aventura de muerte y de vida? Estas preguntas me llevaron a otras. ¿Qué imágenes faltan en los libros de Historia sobre la Revolución de 1952? ¿Cómo hacer para recuperarlas? ¿Dónde están las manos, las voces y las armas que llevaron al poder a Víctor Paz Estenssoro?

En tu libro “La Bala No Mata Sino El Destino” ¿Cuáles fueron tus fuentes de información de primera mano para la investigación?

La fuente primera fueron charlas con personas que vivieron de manera directa los hechos de abril de 1952. Pude conversar con más de cincuenta personas. Por lo general, fuimos reconstruyendo los hechos a lo largo de varias sesiones. El recuerdo, muchas veces, puede ser una actividad balsámica, o dolorosa. Una acción a veces redentora, a veces maligna. Me pareció que los entrevistados disfrutaron el deambular por historias propias que hacía tiempo no tocaban. Para estos adultos mayores, hablar sobre sí, generaba un sentimiento benéfico: recuperaban una relevancia social que pensaban perdida. Creí ver ojos alumbrados por el orgullo, sonrisas que condimentaban las palabras; creí oír cómo la voz se levantaba para dar vehemencia a un relato o una argumentación. Espero que la investigación haya sido benéfica para quienes me regalaron su testimonio; para mí, no tengo dudas de que lo fue.

¿Por qué el título del libro?

“La Bala No Mata Sino el Destino” es una frase que me dijo una persona que conversó conmigo; Mario Arandia. Cuando yo le pregunté por qué a sus 23 años se sumó a la insurrección, me respondió eso.

Al escribir este libro, ¿qué es lo que más te sorprendió de la Revolución de 1952?

El aspecto que más curiosidad me había despertado fue que los revolucionarios triunfaran. En su mayoría, eran civiles con pocas armas y poca instrucción militar. Luchaban contra un Ejército regular bien pertrechado y con un arsenal superior. ¿Cómo era posible que ciudadanos de a pie, apoyados por carabineros, pudieran vencer al grueso de un Ejército nacional? ¿Cuáles fueron las condiciones para aquella victoria tremenda?

El film documental sobre el tema de tu libro ¿Qué nombre lleva y cuándo se estrena?

Gabriela Paz dirigió “La bala no mata” sobre un guión que compuse yo mismo. El documental está estructurado sobre la base de entrevistas a ocho personas que protagonizaron o presenciaron los hechos de las jornadas decisivas de abril de 1952. Estas dos mujeres y seis varones ya habían sido entrevistadas para el libro. La Fundación Grupo Ukamau produjo el film, que fue financiado por la UMSA. El estreno de la versión definitiva está previsto para el jueves 6 de septiembre, y se proyectará durante tres semanas en la
Cinemateca Boliviana.