Oposición observa riesgos en militancia del oficialismo en organizaciones sociales

De acuerdo con sectores políticos de oposición, el Gobierno intenta dividir a las organizaciones para copar políticamente a organismos “independientes”. Observan que los líderes de estos organismos paralelos son militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS), lo que traerá consecuencias a futuro, principalmente el “servilismo” al Ejecutivo y ni así sus sectores.

“La división de las organizaciones es parte de la estrategia del Gobierno para reinar en medio de los conflictos que el mismo Gobierno perpetúa. Empezó enfrentando al citadino con el pueblerino, al rico con el pobre, todo al fiel estilo neoliberal”, dijo el diputado por Convergencia Nacional (CN), Mauricio Muñoz.

El legislador denominó esta estrategia oficialista, como una “infiltración a los sectores sociales”, a través de quienes ahora son militantes del partido gobernante.

“El caso más reciente es el Tipnis, la señora Melba Hurtado ahora participa en reuniones donde manifiesta su apoyo al Presidente, lo que la hace notar como militante”, dijo.

Para Muñoz, el Tipnis se ha convertido en una controversia para el Gobierno, tan “peligrosa” que tuvo que recurrir a una serie de estrategias para solucionarlo. Además de desgastar la imagen de los dirigentes, agredió a la marcha indígena y consolidó esta “maniobra”, copando a la organización que agrupa a los pueblos indígenas, la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob).

La dirigente Melba Hurtado, fue víctima de la represión policial en Chaparina a los indígenas. Sin embargo, ahora es reconocida por el Gobierno como presidenta de la Cidob y manifestó abiertamente su apoyo al presidente Evo Morales.

El dirigente Roberto Coraite, quien remplazó en la dirigencia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) a Rufo Calle, es militante del MAS y participó de acciones en contra del motín policial en junio de este año y movilizaciones en apoyo al proyecto carretero Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el medio del Tipnis, al igual que Carmelo Titirico, representante de Conamaq y acusado de ser funcionario de YPFB.

“Las organizaciones sociales son la voz del pueblo, y si quieren apoyar al proceso de cambio, no se puede calificar esto como una militancia. La oposición siempre va a criticar las consolidaciones cada vez más fuertes del Gobierno y de nuestro Presidente”, afirmó el diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Galo Bonifaz.