Después de las últimas denuncias de corrupción que involucran a funcionarios de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la analista Jimena Costa, afirmó que la imagen del Gobierno y de la gestión del presidente Evo Morales, se desgastó en varios aspectos y adquirió “una nueva imagen”, en la que se distingue principalmente la corrupción.
Cuando Evo Morales, en el año 2006, asumió la presidencia, planteó a través de sus discursos un gobierno inclusivo, socialista de izquierda, que respetaba los derechos de los pueblos indígenas, de la madre tierra y que lucharía contra la corrupción.
“Hace unos años, la imagen era de un gobierno indígena, medioambientalista, popular, democrática, esa era la imagen interna y externa de un gobierno que además era de izquierda y que luchaba contra la desigualdad”, dijo.
Uno de los cuestionamientos, según la analista, es la imagen de “izquierdista” del aparato estatal, debido a que crea desigualdad entre las organizaciones y en la misma sociedad.
“Tampoco es un Gobierno indígena ni populista después del Tipnis, tampoco es popular, recordemos como se portó con la marcha de las personas con discapacidad”, indicó.
Sin embargo, recientemente, el Ejecutivo adquirió una imagen vinculada a temas de corrupción, con casos que involucran a YPFB y otras instancias.
Otro de los factores, que también desgasta la imagen gubernamental, es la ineficiencia, dijo Costa, refiriéndose al contrato de explotación del Mutún, hace seis años, para el cual no hay resultado hasta la fecha.
El único aspecto que no cambió en el Ejecutivo, que incluso se consolidó, es el control de las instancias de poder, de ocho de las nueve gobernaciones del país, de los dos tercios de los municipios por la vía electoral, el Ministerio Público y la Contraloría, finalizó la analista.
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