La piel o cobertura que cu-bre nuestro cuerpo, es un órgano extraordinariamente sensible, nos protege de agentes ajenos al organismo (microbios, sustancias químicas contaminantes), a la vez nos permite percibir a través de terminaciones nerviosas muy sensibles, la presión, el tacto, el dolor, el calor y el frío. También a través de la piel eliminamos sustancias nocivas y regula la temperatura del organismo. Ahora bien, si tuviéramos que desprender toda la piel que nos cubre y protege, esta llegaría a medir de 1,5 a 2 metros cuadrados y pesar de dos a tres kilos, según la constitución de la persona.