Por Lic. Armando Gutiérrez
Los libelos fueron escritos satíricos que en prosa y en verso elabora-dos a mano por los patriotas an-tes y durante la Guerra de la Indepen-dencia, decían muchas verdades en hojas sueltas que se distribuía de for-ma clandestina. En un pasquín que circuló en l781, en Charcas (Sucre) se puede apreciar el malestar del pueblo por los abusos cometidos por las auto-ridades españolas. En estos papeles se reivindica el imperio inca y se ame-naza de muerte a los tiranos. Este pas-quín coincide con el cerco a La Paz y el levantamiento indígena liderado por Tupac Katari.
“Nuestro Gabriel Inca viva
jurémosle ya por rey
siendo muy de acuerdo a la ley que lo que es justo reciba
todo indiano se aperciba
a defender su derecho
porque Carlos con despecho
nos aniquila y nos despluma
y viene a ser todo suma
robo al revés y al derecho
tanto daño perpetrado
vengare a gusto cumplido
pues españoles han sido
autores del mal causado
morirán con el soldado
alcaldes, corregidores
oficiales y oidores
o no soy Tupac Amaro:
así lo juro y lo declaro
por castigo de traidores” (9).
EI siguiente “pasquín”, se atribuye a Don Pedro Domingo Murillo, por el esti-lo peyorativo y de franca oposición a las autoridades impuestas por la Coro-na Española en América, en el que ex-presa firmemente las ideas libertarias. Este pasquín circuló en la ciudad de nuestra Señora de La Paz, el año 1805, según Manuel Maria Pinto, cita-do por Ocampo Moscoso.
“Viva nuestra ley y muera el mal go-bierno y sus chapetones”.
“La ciudad de Cuzco ha de gritar
Las arcas por su mal gobierno han de que-mar
La Ada - de seis por cien pecho ha de aca-bar
España no ha de gobernar
La fe se ha de guardar
Y a la cabeza del zarcillito /Zarcillito, es el mote con el que se conocía al Gobernador de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, de apellido Burgunyo/
Ha de fenecer por ser mayor ladrón. Viva América”.
“Ladronzuelo
picaron ordinario
chapetón
raza de Mahoma y Lutero
estafermo borrachón /Estafermo es la per-sona ridícula y sin acción/
diezmero de bodegón /Diezmero es la per-sona que cobra los tributos/
oficial de zapatero
señor cabrero /Cabrero es el pastor de ca-bras/
preparad el cuero
eres tú el que desafía la Nación america-na?
Se admite de buena gana
por castigar su osadía
inocente fanfarrón
ojo de… baquero
preparad el cuero
señor cabrero”.
“La América ha de reventar
Cuzco y Arequipa no ha de callar
Cochabamba y La Plata se han de armar.
La Paz ha de castigar las insolencias del zarcillito
Buenos Aires a rigor de nuestros brazos vera el hablar
Muchos tendrán que llorar
se verá tanta sangre derramar
que la operación de este malvado
nos ha promovido
a tantas insolencias
porque pretende a costa del pobre
armar sus tabernas
a esto no hay quien lo corrija
a la hora que haya resistencia de los de España
me veré precisado a convocar
a los 20.000 naturales y 5.000 de los míos
para que den fin y los demás seguirán
finalmente (Rey no tenemos, la comisión cesa)
El pobre clama al Altísimo
de ver tantas iniquidades que hoy sufre
Europa no mandará a América a sus gobiernos
los pechos se acabarán
la fe persistirá
el Señor con la justicia nos ayudará
de Madrid el ejemplar Manuel Godoy se castigará” (10)
Humberto Vásquez Machicado, citado por Ocampo Moscoso, establece: “... el pasquinismo sedicioso y los pródromos /predecesores/ de la emancipación en el Alto Perú, /fueron/ los factores que incidieron en los movimientos insurgen-tes durante la colonia”. Prueba de ellos, es el siguiente pasquín que apareció en ciudad de La Plata en 1786.
“Ya el Cuzco y Arequipa Con La Paz y Cochabamba
AI ver tanto latrocinio
Con pretexto de aduana esforzados han resuelto Defenderse con sus armas
Potosi lo ha intentado
Y en la lealtad tan rara ha sido por espe-rar
Que de un grito Chuquisaca
Pero aquesta ciudad noble
Y en su lealtad tan rara Siempre ha disi-mulado
Las presiones más tiranas
Mas ahora que se ve
Entre la cruz y la espada
Por no dejar de ser fiel
Sus intensiones declara
Haciendo prevención
De que por privilegiada
La defensa es permitida
Aún en la suerte más baja y que en esta consecuencia
Al verse hoy atribulada
Si prosiguen con los pechos
A por si venganza
Pues en su consenso está
De este reino la desgracia
Mientras Potosí inunda
A la Villa con sus aguas
Nuestro furor luego al punto
Recibirá nuestra Pampa Cochabamba tomara
De San Sebastían la falda.
Entretanto que empezamos
Por el presidente Garnachas /Se refiere al Presidente de la Audiencia de Charcas Ramón García Pizarro/
Por alcaldes, escribanos
Oficiales de las cajas /Se refiere a las Cajas Reales/
Estanqueros de tabaco /se refiere a la persona encargada de cobrar la venta del tabaco/
Y otros muchos más piratas
Ya que impíos quisieran
Dejarnos a un sin la capa
Muera tanto mal gobierno
Y viva nuestro monarca Mueran los mi-nistros falsos
Y viva siempre La Plata
Pero para vivir pida
Personajes de sustancia
Y mueran como merecen
Los que a la justicia faltan
Y los que insaciables roban
Con la capa de aduana. (11)
Manuel M. Loza, citado por Ocampo Moscoso, establece que en vísperas de los levantamientos del 25 de Mayo en Charcas y del 16 de Julio en La Paz, circularon una serie de pasquines atribuidos a Mariano Michel y Joaquín Lemoine, personajes que tuvieron una activa participación en el movimiento del 25 de mayo en Charcas y luego fueron encargados de llevar esta noticia a los patriotas de La Paz, con Manuel Michel y a la región de La Laguna (Santa Cruz), con Joaquín Lemoine. (12)
En una representación efectuada por M. Tardio al Virrey del Perú, establece que la publicación de los pasquines escritos a mano y pegados en principales calles y plazas de Charcas y La Paz, fueron los instigadores de los movimientos subversivos en contra de la corona española.
El gobernador de La Paz de apellido Burunguyo, alarmado por la propagación de estos pseudos periodiquillos que alborotaron la aparente calma que reinaba en la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, que originó un intento de alzamiento en agosto de 1805, luego de dar con los cabecillas del intento de alzamiento, se los encontró como autores y responsables de la publicación de tales latrocinios en los llamados pasquines, por lo que dispuso su arresto entre los que se encontraba don Pedro Domingo Murillo, el papelista Carlos Torres, también conocido como “el Siete getas", Tomas Palma y Juan de la Cruz Monje. (13)
A Pedro Domingo Murillo, le fue confiscada su pequeña biblioteca, en la que tan solo se pudo encontrar algunos libros que no comprometían sus ideas revolucionarias, ya que se cree que estos libros fueron ocultados antes de la requisa ordenada por el Gobernador. En la biblioteca secuestrada a Murillo se pudo encontrar las siguientes obras: “Observaciones sobre el Espíritu de las Leyes”, “Tratado de Artillería”, “Arte de los metales”, “Historia Natural” y “El espectáculo de la naturaleza”. Murillo fue absuelto de toda culpa, luego de que involucrara en la revuelta en contra del Gobernador de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, paralizó las investigaciones y desterró a Carlos Torres, alias el “Siete Getas”. (14)
El 16 de julio de 1809 se produce el grito libertario de Nuestra Señora de La Paz, que secunda el levantamiento producido meses atrás en la ciudad de La Plata (Sucre), con la toma del cuartel de la “Guardia Veterana del Fijo”, luego de la procesión de la Virgen del Carmen.
Consumada la revuelta con Pedro Domingo Murillo a la cabeza y los patriotas: Gregorio y Victorio Lanza; Gabino Estrada, Ramón Arias, Francisco Javier Patiño, Juan Manuel Mercado, Baltasar Alquiza, Mariano Michel, Juan Basilio Catacora, Clemente Diez de Medina, Eugenio Molina, Manuel Huisi, Juan de la Cruz Monje, Sebastian Figueroa, Manuel Vera, Pedro Indaburo, Mariano Graneros alias el “Challa tejeta” (Rellenado de arena), Melchor Jimenez, alias el “Pichitanca” (gorrioncillo andino); además de ellos, el ex miliciano Juan Cordero, el hojalatero Calixto Gutiérrez, el barbero Ambrosio y sus ayudantes, Antonio Aguilar, Mariano Vidangos, Ventura lIlanes, Ramón Arias y Antonio Ruescas, sirviente de doña Vicenta Juaristi Eguino el “Sajra Cabo” (cabo del diablo) y varias mujeres encargadas de fabricar la munición, como doña Simona Manzaneda y Maria Nieves Linares entre muchas otras. (15)
AI día siguiente, el 17 de julio de 1809 se obligó a los españoles que vivían en la ciudad, jurar alianza con la causa libertaria y fueron quemadas y saqueadas las Cajas reales, condonando las deudas. Murillo fue uno de ellos, ya que tenía una deuda de 80 monedas reales (febles).
En horas de la noche, se constituye la Junta Tuitiva que se haría cargo del Gobierno Revolucionario, nombrando como Comandante del Ejercito a don Pedro Domingo Murillo, como representantes del pueblo a Gregorio García Lanza, Juan Bautista Sagárnaga y Juan Basilio Catacora; como asesor al Dr. Victorio García Lanza y como Secretario a don Sebastian Aparicio; como escribano a Juan Manuel Cáceres.
De forma posterior a la constitución de la Junta Tuitiva de Gobierno, circuló en la ciudad de nuestra Señora de La Paz, la famosa proclama de la Junta Tuitiva cuya autoría según se cree, se debe al Cura de Ayo Ayo, Antonio Medina, por su franca oposición a la corona española, proclama manuscrita que aclara y define los postulados de la Revolución del 16 de Julio de 1809. (16)
CONCLUSIONES
Si en la Revolución Francesa, fue el libro y la imprenta, los elementos principales para la transmisión de los ideales revolucionarios que llevaron al pueblo francés a deponer la monarquía absolutista de Luís XVI, en el Alto Perú, pese a no contar con este medios de trascendental importancia como la imprenta para la publicación de las ideas revolucionarias, fue el criollo y el mestizo que utilizando los pasquines y papeles sediciosos manuscritos como medios de difusión, para dar a conocer su descontento con las autoridades españolas por los abusos que cometían en su contra y fue el fermento para los levantamientos de Charcas y La Paz en 1809 y el inicio de los movimientos subversivos en toda América Latina para liberarla del yugo español.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(1) MESA, Jose de; GISBERT, Teresa; MESA GISBERT, Carlos D. Historia de Bolivia. 5. ed. La
Paz: Gisbert, 2003 p. 276
(2) DIAZ ARGUEDAS, Julio. Sintesis histórica de La Paz. La Paz : Casa de la Cultura Franz
Tamayo, 1978. p. 111
(3) CRESPO, Alberto, let. al./. Vida cotidiana en La Paz durante la guerra de la Independencia:
1800-1825 La Paz: Universitaria, 1975 p. 192
(4) FERNANDEZ, Stella Maris. La imprenta en Hispanoamerica. Madrid: ANABA, 1977. p. 25
(5) FERNANDEZ, S. (Ob. Cit) p. 25
(6) CRESPO, A. /et. al/ (Ob. Cit.) p. 202
(7)OCAMPO MOSCOSO, E. (Ob. Cit) p. 19
(8) Ibid. p. 17
(9) Ibid. p. 17
(10) Ibid. p. 18
(11) Ibid. p.16 (12) Ibid. p. 19
(13) DIAZ ARGUEDAS, J. (Ob.cit.) p. 13
(14) Ibid. p.132
(15) Ibid. p.138
(16) CRESPO, Alberto (coord.) Los bolivianos en el tiempo. 2. ed. La Paz: INDEAA, 1995. P.167
(17) PRO CULTURA CIVICA. La glorificación de los restos de Murillo y Sagárnaga. La Paz: Alcaldía
Municipal, 1940. (facsimil) p. 40.
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