La calandria

La ca­lan­dria es una de nues­tras aves ca­no­ras más co­no­ci­das y apre­cia­das. Ha­bi­ta en las zo­nas tem­pla­das y en el sur de nues­tro país. Es muy es­ti­ma­da por sus tri­nos va­ria­dos y me­lo­dio­sos. Sue­le imi­tar no só­lo el can­to de otros pá­ja­ros, si­no el sil­bi­do hu­ma­no, al que sue­le ha­cer eco co­mo en son de bur­la.

Su nom­bre ge­né­ri­co Mi­mus, alu­de pre­ci­sa­men­te a su no­ta­ble con­di­ción imi­ta­do­ra.

Su plu­ma­je es so­brio, es de­cir, de co­lor par­do os­cu­ro con al­gu­nas man­chas ne­gras. El pe­cho es com­ple­ta­men­te blan­co. Su ca­be­za es re­don­da y su mi­ra­da vi­vaz. Es muy so­cia­ble y no re­hu­ye la pro­xi­mi­dad del hom­bre, ya que es­tan­do cer­ca de él pue­de pro­veer­se de mi­gas y gra­nos que los ni­ños de­jan caer al sue­lo.

Ani­da en los ár­bo­les y en los car­dos, don­de po­ne ge­ne­ral­men­te cua­tro hue­vos azu­la­dos, con man­chi­tas ro­ji­zas. Se ali­men­ta de in­sec­tos, lar­vas, se­mi­llas y fru­tas. Acos­tum­bra po­sar en el lu­gar más al­to y des­de ahí de­ja es­cu­char su me­lo­dio­so can­to.