Santiago de Chile.- El Gobierno chileno trasladó ayer a Perú a 122 presos ciudadanos de ese país e inició así las expulsiones de 720 reos extranjeros como parte de un plan para reducir el hacinamiento en sus cárceles, confirmaron a Efe fuentes de Gendarmería (Servicio de prisiones).
Los presos, 81 mujeres y 41 hombres, fueron trasladados desde la cárcel de Arica, en el extremo norte del país, hasta la frontera con Perú, donde quedarán en libertad, aunque tendrán prohibido regresar a Chile en los próximos diez años.
El operativo continuará hoy, con la expulsión de otros 14 reos que serán detenidos en Perú por tener causas pendientes con la Justicia de su país, y finalizará mañana, cuando se traslade a otros 122 reclusos que sí recuperarán la libertad.