(Oxígeno).- El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, rayó la cancha de la posición del gobierno sobre el conflicto sangriento de Siria. Ha dicho que la crisis debe ser resuelta por los habitantes de ese país sin intromisión extranjera, en relación a la posición de Naciones Unidas que apuntaban a una sanción contra el régimen, pero justificó que la administración de Bashar al Asad logre acuerdos comerciales con Rusia e Irán para su fortalecimiento bélico.
“Siria que resuelva sus temas entre los sirios y nadie tiene que entrometerse, ninguna fuerza externa, con ningún tipo de control aéreo, eso sería una invasión literalmente”, opinó García en conferencia de prensa este miércoles desde la ciudad de La Paz.
El mandatario boliviano explicó su posición luego de que el miércoles anterior el embajador ante las Naciones Unidas, Rafael Archondo, se opuso a una resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que condena la matanza de opositores en Siria con el argumento de que la sanción “abre un camino equivocado” y que hay intromisión en los asuntos internos del país cuestionado.
El Vicepresidente aseguró que sólo se pedía respeto a la convivencia pacífica y a la autodeterminación sin intromisiones en asuntos internos como principio vigente hace 220 años.
Sobre el apoyo de fortalecimiento bélico por parte de Irán y Rusia a Siria, García explicó que eso no es de extrañar tomando en cuenta que cada gobierno cuenta con vínculos comerciales con otros países.
“Ese es un problema de cada gobierno, hay un gobierno legalmente establecido de sus instituciones, ya sabrán que hacen como gobierno con quienes tienen sus vínculos comerciales”, opinó.
Aseguró que lo extraño que grupos armados contrarios al gobierno de Siria sean financiados o apoyados por gobiernos extranjeros.
“Ojalá no haya mayor enfrentamiento y que resuelvan de manera pacífica, no es un problema ni de los europeos ni de los norteamericanos ni de nadie más, dejemos que ellos (sirios) resuelvan sus problemas”, explicó.
La resolución que la ONU aprobó hace una semana por la mayoría de los miembros de la Asamblea General de la ONU “condena el creciente uso por parte de las autoridades sirias de armas pesadas, en particular los bombardeos indiscriminados con tanques y helicópteros, en centros de población, y el hecho de que no hayan retirado sus contingentes”.
El documento obtuvo 133 votos a favor, 12 en contra –entre los que se contaron Venezuela, Cuba, Irán, Bolivia, Rusia y China – y 31 abstenciones.
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