Marcha de la esperanza

Claudia Balderrama no pierde el tiempo en Londres, después de su llegada a esa capital comenzó a trabajar, el primer día con una labor de regeneración después de un largo viaje desde Bolivia hasta la sede de los Juegos Olímpicos, y ayer con mayor exigencia para no perder sus condiciones físicas y técnicas, además de habituarse al clima londinense.

En su primera jornada exigente de trabajo tuvo lapsos de tiempo para descansar, si bien su idea es exigirse al máximo para llegar en las mejores condiciones posibles al día de la competencia. Su labor de ayer la realizó en dos turnos realizando 40 minutos de marcha continua por las calles de la Villa Olímpica.

El propósito de este trabajo es mantener su resistencia, en la prueba de mañana competirá contra otras atletas cuya preparación se realizó en mejores condiciones, lo que les permite tener mejores oportunidades para conseguir un puesto en el podio.

Luego de cada sesión de marcha se dedicó durante 30 minutos al trabajo técnico, un aspecto importante en esta especialidad del atletismo pues el mínimo error puede provocar la eliminación del deportista. Esta parte del entrenamiento requiere mucha exigencia y esfuerzo por la importancia que tiene para evitar sanciones durante la competencia. Para finalizar cada sesión dedicó 15 minutos a la elongación muscular.

Balderrama aseguró que no tiene problemas por la diferencia horaria entre Bolivia e Inglaterra por lo que su trabajo se desarrolla en total normalidad, “estoy bien, no me afectó el horario, estoy preparada para la competencia del sábado, mi mente esta puesta en eso” expresó la marchista.

Después de una jornada exigente de trabajo a las nueve de la noche comenzó su descanso. Hoy entrenará temprano, desde las siete de la mañana, hora en que la Villa esta vacía y puede entrenar mejor. Solo practicará por la mañana para para reposar y esperar el momento de la competencia.

Carmen Pozo

Enviada especial

Deportes el Diario