Una decena de heridos dejó el choque por terrenos en Irpavi II

Golpes, palos y piedras, como en la época primitiva. Así defendieron cada bando los terrenos que consideran suyos. Los vecinos de Aruntaya (Irpavi 2 muestran los papeles y el pago que hacen a la Alcaldía; los otros Supuestos comunitarios), organizados por algunos cabecillas dicen que estas tierras las heredan desde su abuelos.

El enfrentamiento con saldo aproximado de una decena de heridos se inició a las 15:00 de ayer y en horas de la noche ambos grupos estaban en estado de apronte y dieron, cada uno por su lado, una versión al periodista de El Diario, quien tuvo que ponerse a buen recaudo ante la situación que se presenta en la zona.

Según cuentan los vecinos de Aruntaya, este enfrentamiento se viene dando hace más de quince años. “Nos quieren quitar nuestras tierras, defenderemos lo que es nuestro hasta las últimas consecuencias”, aseguró un vecino con palo en mano y los nervios crispados.

El enfrentamiento empezó con un diálogo poco amistoso. Aproximadamente a las tres de la tarde, tanto vecinos de Aruntaya como los comunarios, trataron de dialogar para llegar a un entendimiento mutuo; lamentablemente, los ánimos se caldearon y empezaron a discutir en tono cada vez más fuerte y, en un santiamén llegaron los golpes, palazos, se lanzaron piedras e incluso cuentan los vecinos que explotaron algunos cachorros de dinamita.

Los considerados avasalladores, viéndose en inferioridad numérica, escaparon hasta el puente de Irpavi 2, ahí se concentraron y no dejaron que se acerque ninguna persona ni medio de comunicación, argumentando que primero iban a definir entre ellos qué es lo que convenía en dichas circunstancias.

Los testigos del hecho, comentaron que vieron mucha sangre en el lugar y desesperación de parte de los vecinos. Una señora comentó entre lágrimas que las mujeres llegaron del lugar de los hechos llorando con sus niños, incluso algunas tenían a sus bebés en sus espaldas.

De acuerdo a informes preliminares, algunas personas que participaron en el enfrentamiento se encontraban en estado alcohólico. “No sabían ni lo que defendían” aseguraron algunas personas que en horas de la noche rondaban por el lugar.

Los vecinos de Aruntaya comentaron que varios de los supuestos loteadores no son del lugar. “Están organizados y dirigidos por los señores Marcos y Nicolás Siñani”, aseguró unos de los denunciantes.

Aproximadamente 100 familias se encuentran ubicadas en la zona Aruntaya. De las 88 hectáreas que comprende la zona Callapa Aruntaya. La manzana de la discordia es una hectárea y media reclamada por los comunarios y que los vecinos afirman tener los papeles en regla.

El representante del sector agrario de Callapa Aruntaya, Wálter Limachi, sostuvo que las tierras donde ellos actualmente habitan están en proceso de división, pero existen algunas familias que por supuestos intereses pretenden apoderarse de tierras.

“Somos una comunidad agraria que ocupa un espacio de 88 hectáreas que hacen alrededor de 2.500 m2, en el que debemos compartir todos los comunarios sus hijos y herederos”, enfatizó el dirigente.

Remarcó también que la intención no es despojar de los terrenos a ninguna familia, al contrario se acogerá a quienes pertenecen al sector.

“Es un terreno colectivo, pero dos o tres familias quieren tener más terrenos, esto se va a definir cuando realicemos la división de participación, no obstante, nosotros estamos prestos al diálogo”, reiteró Limachi.

DATOS

- Uno de los primeros casos de avasallamiento sin intervención de autoridades gubernamentales ni de la fuerza pública ocurrió en el Parque Nacional de Mallasa donde más de 40 hectáreas fueron cercadas por comunarios.

- Debido a un fallo emitido por el Tribunal Agrario se revirtió al Estado 700 hectáreas de terreno en Mallasilla, lugar urbanizado por ciudadanos.

- Hasta el momento, aproximadamente dos mil familias quedaron sin derecho propietario en Auquisamaña y Cota Cota.