La Tri, linda y querida

La selección mexicana de fútbol se llevó su primer oro olímpico al derrotar ayer en Wembley a un Brasil que vuelve a quedar desconsolado tras un nuevo intento fallido de lograr el único título que le falta al balompié más laureado del mundo.

El equipo tricolor ganó el choque con dos goles de Oribe Peralta, el gran héroe de la final. El primero a los 28 segundos de juego, al explotar una buena presión de los de Luis Fernando Tena y definir con contundencia ante Gabriel.

De entrada, Mano Menezes repitió el equipo con tres volantes por delante de la defensa que ganó en semifinales a Corea del Sur y Luis Fernando Tena eligió a Héctor Herrera para suplir la baja de Giovani dos Santos. Ello supuso el traslado de Marco Fabián a la media punta para dirigir al equipo.

El partido reventó ya a los 28 segundos. En una jugada desafortunada de Rafael, que provocó una pérdida de balón en un intento de combinación con Sandro que aprovechó Peralta para abrir el marcador con un disparo desde la frontal, por bajo y junto al palo de Gabriel.

Con el marcador en contra, Brasil intentó llevar la iniciativa, pero un tiro de Leandro Damiao fue todo lo que produjo tras una primera media hora que obligó a Menezes a cambiar a Alex Sandro para dar entrada Hulk y recuperar la fisonomía 4-2-3-1 del once ‘canarinho’ hasta cuartos de final.

El partido parecía destinado a México, que decantó definitivamente el encuentro en una conexión Fabián-Peralta a balón parado. Estalló de alegría el ‘tri’, que, no obstante, aún tuvo que sufrir para conseguir la victoria.

En el añadido, Hulk puso el 1-2 tras un balón largo de Marcelo que no supo despejar la defensa mexicana. Y aún Oscar pudo mandar el choque a la prórroga, pero su cabezazo salió desviado y acabó el cotejo. Nuevamente a Brasil le esquivó el oro.