Evo Morales reconoce que el país vive del gas y depende de Brasil

Las reservas en el Banco Central de Bolivia llegan a los 13.050 millones de dólares. De esa premisa partió el presidente Evo Morales, en el discurso pronunciado ayer en Cochabamba en la inauguración del asfaltado de la avenida Daniel Campos, para referirse a la supuesta economía saludable del país.

“Rompimos otro récord y eso demuestra la estabilidad económica. Quienes trabajan en el país saben que hay un movimiento económico y por ello es importante cuidar la economía del país”, dijo el Mandatario, quien atribuyó esta bonanza a las políticas macroeconómicas ejecutadas desde el Ministerio de Economía.

Morales admitió que en el presente el país vive del gas y de la exportación a los países vecinos, en especial a Brasil. “Brasil tiene un superávit económico comercial con todos los países menos con Bolivia. Algunos sectores económicos de Brasil dependen del mercado capitalista, de Estados Unidos, ojalá que esa crisis del capitalismo no nos afecte a nosotros”, expresó.

El mandatario también se refirió a la última visita de la Presidente de Argentina, para señalar que en ese país se puede encontrar el mercado alternativo para el gas boliviano, y en ese sentido se tomaron las previsiones correspondientes.

El buen momento económico, a juicio del Presidente, permite incrementar el presupuesto de las alcaldías en un 15 a 20%. “Hay 2.000 millones en cajas y banco y se debe invertir, por ejemplo el alcalde de Cochabamba pidió un reformulado y se accedió”, dijo Morales.

ANALISTA

Al respecto el doctor en economía, Bernardo Corro, apunta que este buen momento económico durará mientras los precios internacionales de las materias primas estén elevados y eso puede durar aproximadamente cinco años, después la economía boliviana estará en incertidumbre.

Respecto a la industrialización del país, Corro apunta que este es un tema más delicado y más complejo. Pero también señala que existe suficiente plazo como para implementar algunas empresas del Estado en las áreas de la separación de líquidos, procesamiento industrial de algunos componentes del gas, del petróleo. “Se pueden implementar algunos procesos de transformación”, afirma.

“No todo el gas se va a industrializar. Algunos volúmenes sí. Entonces, luego el Gobierno tendrá que negociar con otros países para encontrar mercados. Es una tarea muy difícil porque la competencia internacional es tremendamente fuerte en este tema. Hay empresas gigantescas, las transnacionales que tienen redes muy complejas en todo el mundo y dominan el mercado. Bolivia, un país chico, incursionando en este tipo de áreas, va a ser un volumen muy pequeño”, concluye.