Brasil 2016

Extraño los Juegos Olímpicos de sobremanera, las tardes están vacías y son diferentes al no tener (por la diferencia horaria) semejantes participaciones y una variedad de disciplinas que daban contento.

Habremos de esperar 4 años para ser parte nuevamente parte de las vidas de estos seres excepcionales. Como en el fútbol y cualquier otra disciplina a la distancia nos hacemos hinchas de algún país para que sea un poco más divertido el transcurrir de los días en eventos de este tipo.

Ayer lunes todavía quedaban en nuestras retinas algunos fogonazos de los fuegos artificiales de la última noche, la despedida, la culminación de la versión numero treinta de estos juegos, bastante especiales por cierto, ya que no retornará a competencias oficiales Phelps. El “Tiburón” de Baltimore ganó 18 medallas de oro, es decir vimos en vivo al más grande de todos los tiempos.

Somos contemporáneos a Usain Bold que por primera vez en la historia repitió oro en 100,200 y 4x400. Nunca antes se había visto semejante primacía y estuvimos junto a millones en todo el planeta pegados a la pantalla para ver qué y cómo sucedía. Conocimos un poco más de cerca a una gran persona como es Chris Hoy de Inglaterra, quien tampoco estará nunca más en un juego olímpico como competidor, retirándose como el más grande atleta de todos los tiempos en su país. Ya no estará Ginóbili, Nocioni, Scola en el básquet argentino, ni Kobe Bryant, ni Lebron James en el Dream Team; no por el tema de edades sino porque las estrellas se renuevan con rapidez espeluznante dentro de la NBA.

Después de la vergonzosa participación de la rusa Isimbayeva en salto con pértiga la veremos solo en videos y añoraremos cuando rompía cuantas marcas se le pusieran en el camino y concitaba la atención de todos los presentes en el escenario donde se presentaba ya sea por su belleza o rendimiento. Ya no estará Federer luchando por la de oro y dudo que las Williams lleguen a Brasil. Cuántos otros más se despidieron silenciosamente, sabiendo que la curva de producción entró en declive, seguramente seremos testigos de milagros y de historias increíbles con retornos gloriosos y participaciones que otra vez nos harán saltar de los sillones.

Si los atletas bolivianos en Londres recibieron 14 dólares de gastos de bolsillo me imagino que Río 2016 les darán unos 5 dólares más para que gasten como locos en una franca mejora económica.

Lo bueno es que los Juegos Olímpicos, no importa donde se realicen, siempre… pero siempre, siguen despertando nuestra capacidad de asombro, cuando creemos que ya lo vimos todo y que nada o muy poco nos sorprenderá, alguna actitud o situación hace que movamos la cabeza y nos mordamos el labio inferior abriendo un poco los ojos y levantando las cejas.

Si Dios nos acompaña y nos sigue dando salud podremos ser testigos y disfrutar dentro de 4 años de los primeros juegos Olímpicos en Sudamérica de la historia.

Si las escuelas de samba y la organización para el carnaval carioca han logrado repercusión mundial y año tras año sorprenden a todo el planeta, no quiero imaginarme lo que pueden preparar para recibir a lo mejor del nivel deportivo del mundo, será increíble, solo resta esperar, tener paciencia e ir preparando maletas.