Las “debilidades” del Gobierno

Según nuestra percepción las “debilidades” en el ser humano podrían tener dos acepciones, la primera se refiere a algo que escapa a nuestro control, como manifestaba el Presidente en su discurso por el día de la Patria, sobre la corrupción y el narcotráfico. Nos gustó “esto” de la Patria, porque los soldados de la Patria permanentemente la tenemos en nuestra mente, corazón y conciencia y el señor Evo Morales después de algún tiempo usa este término que es sagrado para todos los que realmente sentimos amor por nuestra tierra.

Pero “debilidad” puede significar algo distinto. Cuando manifestamos que “tenemos debilidad por alguna cosa”, significa que tenemos deseos de hacer lo que queremos, olvidar todo lo que implica “debilidad” e imponer nuestra voluntad. Explicaremos mejor estas dos formas de entender la palabra “debilidad”.

La palabra como la usó el Presidente es un reconocimiento tácito de que su gobierno no tiene el control de todo el aparato del Estado y la gente que gobierna en nombre del MAS. Si hablamos de corrupción, lo último acontecido con YPFB en Santa Cruz es una muestra elocuente de lo que comentamos y sobre lo que se manifestó el señor Morales. A quienes entendemos el tema de la responsabilidad no escapa este asunto a nuestra crítica, ya que se está queriendo aplicar todo el peso de la justicia a los subordinados, no así a quien tiene que ver con toda esa responsabilidad, el presidente de YPFB, señor Villegas.

Si una autoridad gubernamental no tiene control de todo el aparato y su gente en esta fundamental institución, ¿para qué se la puso si no sabe qué hacen los subordinados? El presidente de YPFB es tan responsable como los involucrados en ese delito, por lo tanto él debe asumir su responsabilidad como máxima autoridad en dicha entidad. Es igual que cuando los militares cometen algún error en sus unidades manifiestan: “El comandante es responsable de lo que se hace y no se hace en la unidad”, por lo tanto él asume su responsabilidad como tal. Así debe ser el manejo del Estado.

Otro caso que nos llama la atención es el del señor Llorenti, quien fue excluido del proceso que se sigue a quienes reprimieron a los indígenas de la octava marcha el año pasado. ¿Acaso él no tiene la mayor responsabilidad en este asunto por ser la más alta autoridad y responsable del uso de la fuerza pública? Pero lo excluyeron del caso porque el Gobierno quiso que terminara de esta forma, lo que censuramos porque el señor Llorenti no debería estar al margen de su responsabilidad. Así interpretamos estos asuntos que tienen que ver con la corrupción en el mando del Estado.

La segunda forma de interpretar la palabra “debilidad” se refiere al deseo de hacer lo que convenga, y en el actual Gobierno sucede así. El Gobierno siempre tiene “la debilidad” de interpretar esa palabra a su gusto. El caso de la carretera que desean que pase por el TIPNIS es un ejemplo elocuente de lo que manifestamos, pues el Gobierno trata de imponer su voluntad, rompiendo todo lo que considera obstáculo.

Se hizo caso omiso de la nueva Constitución del Estado, hechura del propio Gobierno, para salir con el “gusto”, no se respeta los derechos de los pueblos indígenas para decidir sobre el uso de esos territorios. Tampoco los gobernantes cumplieron el juramento que hicieron para respetar a la Madre tierra, ni respetan ese parque natural que es propiedad de todos los bolivianos, siendo un caso patético de lo que pasa en Bolivia. Prevalece el “deseo”, la “inclinación” por eliminar todos los convencionalismos para hacer su voluntad, qué pena.

Finalmente exhortamos al presidente Morales y a su gobierno para que tengan mayor control sobre el Estado, sus instituciones y la gente que lo maneja, si es que se quiere seguir gobernando el país hasta el 2025, para que redunde en beneficio de nuestro pueblo.

Por la Patria, la vida misma.