Cuentas saldadas

Un golazo al contragolpe del veloz Jermain Defoe, volteó el partido amistoso entre Inglaterra e Italia en Berna, y significó la venganza de la eliminación británica en la pasada Eurocopa de Polonia y Ucrania ante la subcampeona.

Con ausencias de renombre como Wayne Rooney, Andrea Pirlo, Antonio Casano o Mario Balotelli, el partido no dejó de ser atractivo.

Frank Lampard dirigió al equipo de manera lenta. Regresando a sus orígenes en su estilo directo ante una Italia que confirma su revolución. Fue dueña del balón. Tocó en campo rival, sin nervios, y solo le faltó acierto rematador.

Hasta ocho futbolistas debutaron con Cesare Prandelli en la selección italiana. Con Diamanti poniendo pimienta a cada acción a balón parado. Dirigidos con veteranía por De Rossi y haciendo daño con la movilidad de Nocerino, y un ataque nuevo que dejó buenas sensaciones: Destro y El Shaarawy. Y el más joven de 19 años que debutó en la portería de Inglaterra.

Inglaterra llegaba de forma aislada. Con Johnson en banda derecha como jugador más activo. Carroll perdonó las que tuvo pero Inglaterra devolvió el golpe a Italia de la misma manera. Un saque de esquina que puso Lampard y cabeceó Jagielka a la red.

Milner con Walker, empezaron a hacer daño por la banda derecha. Sirigu sacó centros peligrosos. El gol anulado a Cahill por falta en ataque en un córner era el aviso de la remontada.

A diez minutos del final, Inglaterra se vengó en un cotejo de prueba para ambas selecciones del “Viejo Continente”.