Rutas mortales

Las carreteras en los Yungas del departamento de La Paz son consideradas como rutas mortales. Inclusive para un programa de televisión extranjero llegaron tres camioneros americanos de transporte pesado, los cuales recorren constantemente las rutas más peligrosas del mundo. Los transportistas americanos recorrieron el camino a Yungas y se sorprendieron al constatar el peligro para manejar en esa vía, especialmente en las curvas, donde tuvieron que hacer maniobras arriesgadas para proteger sus vidas. Sus expresiones fueron de asombro y temor.

Este informe es deprimente para el país, porque no sólo se refiere a pésimas carreteras sino a la pobreza alarmante en las poblaciones yungueñas, manifestando que en Coroico si bien hay hoteles de primera categoría, que solamente disfrutan pasajeros y turistas, el resto de la población revela una pobreza que sensibilizó a los camioneros estadounidenses. Lo cierto es que existen las llamadas “carreteras de la muerte”, por la gran cantidad de accidentes y muertes que se producen con cierta frecuencia, sin posibilidad de solucionar el problema por falta de recursos económicos.

Ante esta situación, la Gobernación de La Paz debería buscar la forma de aplicar un plan vial, para lo cual se tiene fondos económicos presupuestados, que deben ser empleados para el mejoramiento de carreteras a fin de dar seguridad y garantía a los turistas y pasajeros que viajan a poblaciones yungueñas.

Llama la atención que el Presidente del Estado en alocuciones constantes haga notar que gobernaciones y alcaldías no gastan todos los fondos asignados para obras, lo que perjudica a las regiones, porque los recursos no utilizados pasan al fondo fiscal.

La Gobernación de La Paz, hasta julio del 2012, tiene un saldo presupuestario que debería destinarlo a la ejecución de caminos para las poblaciones yungueñas y en esa forma dar mayor seguridad a pasajeros que viajan. La carretera que pasa por el túnel de Santa Bárbara da la impresión de brindar más seguridad, sin embargo tiene sus deficiencias, que deben ser constantemente subsanadas. El mejoramiento de los caminos en Yungas es importante, para garantizar las vidas de los usuarios.

Las diferentes reparticiones técnicas de la Gobernación, a cargo de ingenieros, deberían tener preparados estudios de prefactibilidad, factibilidad y financiamiento de carreteras, no puede haber ineficiencia administrativa, para poder usar los recursos públicos y hacer los descargos correspondientes de acuerdo con la ley. Es urgente invertir recursos, sin mucha burocracia. En caso de no ser utilizados los saldos de recursos departamentales y municipales, éstos son destinados a otros fines, mientras existen necesidades prioritarias locales no atendidas, por negligencia.

Sin embargo en gobernaciones y alcaldías no es raro ver que con celeridad se paga sueldos administrativos, bonos y beneficios de toda índole, pero cuando se trata de realización de obras hay retraso y lenidad, por falta de planificación de diversos proyectos. Es necesario que la Asamblea Departamental de la Gobernación de La Paz tome en cuenta estas deficiencias. El denominativo de “caminos de la muerte”, deriva de la gran cantidad de accidentes y muertes que ocurren en los Yungas, como en la vía donde hace poco perdieron la vida estudiantes, lo que colmó la paciencia de los pobladores que presionaron para que se haga un nuevo camino.

Poblaciones como Chulumani, Coroico, Coripata e Irupana, piden nuevas carreteras, porque las actuales no dan garantía, no sólo para el transporte interprovincial, sino para la comercialización de productos y el progreso de las regiones, lo que tanto necesita el departamento de La Paz.

El autor es exdocente de la UMSA.