Día Nacional del Trigo

Gracias a una gentil invitación de IBCE y ANAPO, este año tuve la oportunidad de estar presente en un festejo más del Día Nacional del Trigo, efectuado en Santa Cruz el 27 de julio último.

Conviene recordar que la demanda de trigo es creciente, “el pan nuestro de cada día” no puede faltar en la mesa de la mayoría de los hogares bolivianos, particularmente en la de los más pobres, ya que es parte esencial del desayuno acompañando a una taza de café, té o sultana, pero el reverso de la medalla es que el país produce apenas un 30% de sus necesidades de este cereal, el resto lo importamos como trigo o, lo que es peor, como harina.

Según datos elaborados por el IBCE, con base en información oficial, la superficie cultivada de trigo crece de 112.700 Has, en la campaña 2000-01 a 139.700 el 2006-07 y 189.700 el 2010-11, con una producción de 113.300 tons, 162.700 y 245.300 en los mismos períodos, los rendimientos por Ha. corresponden a 1.006, 1.164 y 1.293 Kg./Ha. Claramente muy bajos frente a rendimientos de los grandes productores que sobrepasan los 3.000 Kgs. por Ha.

La producción nacional del último año de 252.000 tons es apenas el 31,2% de las 600.000 tons del consumo nacional.

Pero el Día Nacional del Trigo, en Santa Cruz, que se desarrolló en la localidad de Okinawa, es destacable, porque muestra el empeño de los productores nacionales, particularmente collas migrantes procedentes de Potosí, Oruro, Chuquisaca, Cochabamba, los cuales paradójicamente se enfrentan al “mayor problema que es el avasallamiento de tierras”, según las palabras de Demetrio Pérez Flores, presidente de ANAPO.

Pero quien hizo esa afirmación es un símbolo de esa nueva generación de productores agropecuarios en Santa Cruz, que junto a los japoneses de San Juan, los okinawas al noreste del área integrada y los cambas “originarios”, constituyen el centro productivo de esa locomotora que ha logrado superar las importaciones de alimentos del pasado, con producción propia, generando además producción exportable, como son la soya y sus derivados, la caña de azúcar, maíz y otros productos agropecuarios.

Conviene destacar que Demetrio Pérez nació en Inchasi, provincia Linares de Potosí y en sus palabras él es parte de los miles de collas que migraron al hospitalario Santa Cruz y “están en muy buena posición económica por su trabajo y por la oportunidad que también nos da el departamento” (Entrevista del Financiero, agosto 5).

En la visita quedé impactado por el hecho de que el Alcalde de Okinawa no es de origen Okinawa, sino un colla auténtico, totalmente asimilado a Santa Cruz, las decenas de carpas con muestras de los proveedores de insumos y asistencia técnica a los productores. Cabe destacar también la presencia de la Ministra de Desarrollo Productivo, la Sra. Morales, cuyas palabras de aliento a los productores será deseable que se efectivicen en políticas que contribuyan a seguir fortaleciendo este importante sector productivo, ya que se requiere aumentar la productividad, aunque para ello existen limitaciones naturales por ubicación geográfica y por tecnología que aún se la puede mejorar.