El Gobierno de Ecuador ha decidido ayer conceder a Julian Assange asilo político por el temor a que el ciudadano australiano pueda ser perseguido injustamente en Suecia, país que ha obtenido su extradición de la Justicia británica por cuatro posibles delitos de naturaleza sexual.
El Gobierno ecuatoriano acepta los argumentos aportados por el fundador de Wikileaks para solicitar asilo diplomático, al dar por válidos los temores de Assange de que «podría ser víctima de una persecución política, y de violaciones a su libertad de expresión y libertad de prensa».
El Gobierno de Ecuador, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, ha atribuido «la máxima seriedad a este caso» y asigna un peso particular a los presuntos riesgos para la vida e integridad de Assange, según ha declarado este jueves Ricardo Patiño.