Evo estuvo en Urkupiña

Tuve que retornar a Urkupiña para recoger a mi comadre Macacha, a quien abandoné en plena Entrada no sin antes rogarle a mi amigo el gran bailarín Raúl Gorostiaga que la hiciera bailar mejor que yo y que al mismo tiempo la protegiera de pretendientes peligrosos que pudieran atentar contra la virtud y la fortuna de mi pariente espiritual.

Gran susto llevé cuando me informaron mis amigos de Quillacollo que el presidente Evo había acudido a la fiesta de la Virgen y se había postrado a los pies de la madre de Dios para solicitarle algunos milagros.

Al recontraerme con la cholita bailarina, lo primero que le pregunté fue si había visto al Primer Mandatario en el templo de San Ildefonso, en Quillacollo, contestándome con toda naturalidad que sí y que Evo -al igual que los peregrinos- había ingresado en el santuario cantando los versos que aprendimos en Copacabana: “a vuestro pies, Madre, llega un feliz, cargado de angustia y de penas mil...”.

Entonces, no me quedó dudas de que Evo estaba decidido a buscar la tercera reelección en los comicios generales que se realizarán el año 2014.

Sabiendo que el presidente Evo es bastante coqueto, pregunté a mi comadre si el repentino creyente la había “chequeado” mientras elevaba sus plegarias, respondiendo la virtuosa cochabambina que no conocía el vocablo “chequear”, aclarándole que esa palabra también significaba “pirañar”, afirmándome que el Presidente no apartó sus ojos de la imagen milagrosa; esta respuesta me confirmó que el presidente Evo fue a ver a la Virgen de Urkupiña para pedirle el milagro de continuar gobernando Bolivia hasta el año 2025 y algunos años más, siguiendo el ejemplo de Fidel Castro y otros mandatarios socialistas.

Volviendo a nuestras relaciones personales, pregunté a mi pariente espiritual cuánto dinero “nuestro” había gastado durante mi breve ausencia de Quillacollo bailando con cholos desconocidos, manifestándome mi comadre que ella -al igual que Evo- se encuentra en plena campaña electoral y que está dispuesta a echar la casa por la ventana, ofreciéndome un obsequio uno o dos helicópteros con dos motores, ofrecimiento que agradecí aunque lo rechacé, aconsejándole que guardara mejor nuestro dinero porque no pienso morirme hasta el 2025.

Al finalizar este acto cuasi familiar, mi comadre me preguntó si la Virgen de Urkupiña me había favorecido con algunos milagros que yo le había solicitado, respondiéndole que la Virgen no había tenido tiempo para considerar mis peticiones milagrosas porque el presidente Evo le había solicitado el milagro de reelección el año 2014, lo cual agotó el presupuesto de gastos milagrosos de la Madre de Dios, por lo cual en los próximos años tendremos que recurrir a él o su milagroso ministro de Economía, señor Luis Arce Catacora, lo cual no haremos mi comadre ni este modesto periodista y profesor de tango.