La quinua de exportación tiene una serie de usos y cualidades beneficiosas por las que es requerida en diferentes partes del globo. Salvo por la cascarilla, este pseudocereal de colores brillantes, es casi totalmente aprovechado. Pero, allá dónde algunos ven desechos, otros ven oportunidades, este es el caso de dos investigadoras bolivianas, que ante diversos estudios con este noble producto, determinaron una forma de hacer utilizable un elemento que sólo es pensado como basura.
Gracias a la Fundación de Emprendedores y Finanzas Maya, que realiza el concurso universitario de proyectos universitarios Innova Bolivia, la investigadora Maribel Lozano Palacios y su compañera, obtuvieron el financiamiento para la elaboración de un enjuague bucal elaborado a partir de la cascarilla de quinua, que actualmente se desecha sin extraer ninguna cualidad.
La investigadora, que porta orgullosa las muestras de casi dos años de trabajo, explica que sus investigaciones ya tienen un amplio bagaje. Las mismas empezaron con su proyecto de tesis de licenciatura y ahora, con una maestría a cuestas, sus visionarias ideas se amplían.
“Yo hace mucho tiempo la línea de investigación, en cuanto a los desechos de la quinua de exportación. Prácticamente, uno de los desechos más grandes es la cascarilla. Yo básicamente me enfoqué al estudio de estos residuos. Cuando inicié la tesis de licenciatura, hice el estudio antifungico, continúe con la maestría estudiando también estos residuos, pero en este específicamente me avoqué a lo que es el ácido oleanólico”.
El ácido oleanólico es el componente central de su actual investigación, pero inicialmente estaba interesada en otros propósitos. Gracias a la investigación y a un arduo trabajo, Maribel Lozano pudo observar que este componente podía ser utilizado para combatir la bacteria streptococcus mutans, causante de la caries dental. Es así que, propuso a una compañera de maestría, especializada en el área de farmacia, que realicen un proyecto en torno a este componente.
“Le dije que este componente tienen una muy buena actividad contra esta bacteria, por qué no lo probamos nosotros acá? Ya que acá tenemos una alta cantidad que se está desechando. Yo tenía la idea de hacer una pasta dental, pero ella, con la experiencia que tiene como farmacéutica me dijo que no, que eso era muy complejo, por lo que era mejor empezar con un enjuague bucal, porque la formulación es más fácil, vamos a poder probar porque tenemos todos los equipos acá en el instituto de farmacia. Así surgió la idea de presentar esta idea a innova”, explica Maribel.
La idea interesó al jurado que terminó por darle un incentivo económico para alcanzar el objetivo de comercialización de este enjuague que inicialmente fue pensado como dentífrico. Después de esta pequeña victoria, las investigadoras empezaron las pruebas in vitro, las pruebas con ratones y terminaron la parte química.
“Yo me encargué de aislar este componente de estos residuos, mediante métodos conocidos, de avaluar el rendimiento del componente activo a partir de estos desechos. Ahora estudiamos la estabilidad, ya que en realidad esta es una pre-formulación, no es una formulación final porque le faltan muchos aspectos. En la misma se han hecho muchos ensayos de estabilidad física, estabilidad química y todo lo demás”, comenta.
La investigadora y futura empresaria, explica que empezó el proyecto con una encuesta a los empresarios que se dedican a beneficiar la quinua. En toda la encuesta, lo que le llamó la atención es que los empresarios, que están en relación con los productores, estaban muy interesados en que se puedan aprovechar estos residuos, porque los mismos están creando problemas al medioambiente. Por lo que la encuesta concluyó en que se están generando más de 1000 toneladas anuales de este residuo.
Ahora, después de un largo proceso que pueda dar lugar a que este producto sea comercializado, se debe realizar la parte más importante que son las pruebas en vivo. El equipo ya comienza a plantear un sistema, que por su importancia durará medio año. En esta última parte del sueño, se trabajará con odontólogos para contactar a personas con caries y finalmente llegarán a cumplir la meta de comercializar un producto que resulta de la visión ante la oportunidad.
DATOS
- No se cambiaron los otros excipientes que tiene el enjuague bucal. El único componente que se remplazó es el principio activo.
- 4500 mililitros de este producto costará alrededor de 10 a 12 Bs.
- Con mil toneladas anuales, se tendría 300 toneladas de extracto de cascarilla de quinua, a partir de este extracto, se puede tener cerca a 50 gramos de ácido oleanólico, de los cuales 0.1 gramos entran en la formulación del producto.
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