Pequeños y grandes affaires

Muchas veces los affaires se hacen muy difíciles, esto resulta por el desconocimiento del comercio en tiempos de globalización. A esto se debe agregar la falta de habilidades y el conocimiento de lenguas del comercio en un mundo actual. Un amigo me contaba que un comerciante kolla quiso hacer negocios y partió a China cargado de unos cien mil dólares en el bolsillo para traer novedades últimas.

Ya en China hizo pedidos de las mercancías; muy emocionado por el trato de los “ojos rasgados” pagó por adelantado y retornó muy contento a Bolivia. Poco después volvió por las mercancías, pero para su sorpresa ya no encontró ni trazas de la empresa con la que había firmado el contrato. Esta gran pérdida no le quedó más que asumirla en su soledad; lo cierto es que algún día aprenderá.

Este carácter informal y emocional también ocurre cuando los hombres de Estado hacen negocios; la falta de experiencia es una causa, la economía mundial exige cada vez más hombres y mujeres preparados y expertos en negocios en una economía llena de especuladores y hombres hábiles. La figura del comerciante kolla inexperto parece haber ocurrido en la compra de las barcazas, pues se dice que habrían pagado por adelantado por esas mercancías. Veamos.

La noticia dice que el Estado boliviano, a través de la Empresa Naviera Boliviana (ENABOL), pagó más de 180 millones de bolivianos ($us 25 millones) para adquirir 16 barcazas y dos empujadores que debían ser entregados a fines del año 2010, pero hasta la fecha no llegan al país. Diferentes medios de prensa tuvieron acceso a documentación oficial acerca de esta transacción, en la que se demuestra que ENABOL suscribió contratos con las empresas coreanas Yeunsoo Shipbuilding Co.Ltd. y con Seah B&K DuckSung Sociedad Accidental para la compra de dos empujadores, que tienen un costo de $us 11.500.000 y 16 barcazas por un valor de $us 14.400.000, aunque en total se pagó 25 millones de dólares debido a varias modificaciones que fueron hechas a los contratos.

Los acuerdos fueron suscritos entre octubre y noviembre de 2009, durante la gestión del actual Ministro de la cartera de Defensa y además promovidos con mucho interés para el país; sin embargo las dos compañías coreanas que debían proveer estos bienes, subrogaron el contrato a la empresa china General Marine Business (GMB)-Weihai Marine &ShipbuildingResorurces Co. Ltd. (MSR), alegando que no había bancos para depositar las boletas de garantía para la fabricación de las barcazas, como producto de la crisis económica europea.

Sin embargo este material, a más de dos años de demora, no llega al país, por la quiebra de las empresas contratistas. Pero el problema no sólo obedece a este hecho, sino que responde al embargo de este material en la República de China, a problemas financieros de estas empresas contratadas para la dotación de este material, a una deuda que alcanza los dos millones de dólares americanos por concepto de alquiler de almacenamiento de las 16 barcazas concluidas hace un año y otros hechos que hacen ver, con absoluta claridad, que el Ministerio de Defensa como cabeza de sector no cumplió con la función de fiscalización, verificación, control y supervisión; además de interferir acciones que bien podían haber evitado esta situación crítica del proyecto de Transporte por el canal Tamengo. Nuestro comerciante kolla en su soledad piensa y repiensa; cuando el Estado falla en los negocios, ¿quién en la soledad asumirá la pérdida del dinero de los bolivianos?