Rusia, principal aliado de Siria en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, advirtió a Estados Unidos y a sus aliados occidentales reaccionar en contra del uso de la fuerza para derrocar al régimen de Bachar al Asad, un día después de que el presidente de EEUU, Barack Obama, dijera en conferencia de prensa, que el empleo de armas químicas por parte de Damasco supondría rebasar un “límite” y acarrearía “enormes consecuencias”.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo que la comunidad internacional debe “adherirse de forma estricta a las normas del derecho internacional y los principios que contiene la Carta de Naciones Unidas, y no permitir su violación”. Lavrov añadió que “es el único camino correcto, dadas las condiciones actuales”, informa la agencia RIA Novosti.
Lavrov se reunió en Moscú con una delegación del Gobierno de Al Asad, que visitó Rusia después de haber pasado por China. Estos dos países han vetado en el Consejo de Seguridad tres resoluciones de condena al régimen de Damasco por su oleada de represión.
En rueda de prensa desde Moscú tras entrevistarse con el jefe de la diplomacia rusa, Qadri Jamil, representante sirio, abría la puerta a la posibilidad de estudiar el cese del presidente en un proceso de negociación con la oposición, siempre y cuando esta “dimisión” no fuera condición indispensable para emprender ese diálogo. Sus palabras han sido recibidas con sumo escepticismo por EEUU.