Hay que ser cauteloso

Siempre apoyaremos cualquier acción o intención que cambie el molde de las estructuras mentales de nuestros deportistas en general; en la mayoría de los casos, aparte de la desventaja en el manejo de técnicas básicas, deben lidiar con el aspecto psicológico que los bajonea, deben reconocer las amplias diferencias en formación, entrenamiento o competencia de las cuales son conscientes.

Los nombres me los reservo, pero por ejemplo en un evento internacional de gran envergadura, representantes de nuestro país no tenían oportunidad alguna de figurar entre los clasificados, al arranque de la competencia oficial disputando puntaje entre más de 10 países, los bolivianos al lado de los gringos, campeones mundiales, comenzaron a sumar y a tener una participación impresionante; en determinado momento cayó la noche… como si les hubieran apagado la luz comenzaron a fallar infantilmente, el resultado final fue negativo (para variar). Extrañado Le pregunté a su entrenador que había sucedido, la respuesta me consternó bastante, me dijo “ Es que los sorprendió lo bien que les estaba yendo y se pusieron nerviosos” medio mareado comencé inmediatamente a digerir la respuesta y la explicación la encontré a los minutos con mucha pena… no estamos acostumbrados a ganar o liderar y cuando eso sucede incluso nos desubicamos y negamos mentalmente la mínima posibilidad de éxito por nuestra escasa autoestima que tenemos.

En lo futbolístico hace falta un gran trabajo de esta naturaleza, es bueno que se tenga mentalidad ganadora, pero creo que hay que ser cauteloso con las actitudes y con las posiciones mediáticas en el manejo de este tema. El DT de la selección boliviana Xabier Azkargorta ante la pregunta de un reportero sobre si se animaba a firmar un empate frente a Ecuador, respondió que el está yendo a ganar y que si firma un empate en el caso de triunfar que haría con los dos puntos que le sobrarían. No es la primera vez que lanza una respuesta laberintesca, de vez en cuando lo hace, me imagino apuntando a marcar y machacar en el intento de que en el ideario popular también se vaya fijando el concepto de una revaloración de nuestras capacidades. Si el trabajo hubiera sido diferente y si no se hubiera malgastado el tiempo que se dispuso para buscar una identidad futbolística, ese discurso encajaría y tendría un mayor porcentaje de credibilidad, pero… hace unos días vimos a una selección en Santa Cruz desordenada, inquieta, sin ideas claras que sufrió en demasía para ganarle a un equipo que, hasta principios de este 2012, es decir durante 31 años, nunca había ganado un partido por eliminatorias. Nuestro andamiaje todavía no es sólido, arrastra una desesperación por buenos resultados cuando esto no debería presionarlos, ya que estamos fuera de Brasil 2014. Si bien hay una gran diferencia en asegurar ganar y querer ganar, esa ambigüedad en la estructura del mensaje me da la impresión que por el momento no hace bien.

Como estamos futbolísticamente, si vamos con un planteamiento agresivo, nos vendremos con 3 en la bolsa, si se consigue un empate las salteñas las pago yo y si sucede lo de siempre, es parte nomás de una realidad, la que hay que cambiar de a poquito con mucho tino y repito… cautela.