Mientras se producían los disturbios en la calle, el Gobierno minimizó la movilización estudiantil.
Santiago de Chile.- Los estudiantes chilenos estrenaron ayer una nueva táctica para reclamar una mejor educación, varias marchas en simultáneo en diversos barrios, pero al igual que las protestas únicas y multitudinarias de antes terminaron en choques con la policía.
Los incidentes se desataron hacia el final de más de una docena de marchas que comenzaron bajo la lluvia y cuyo denominador común fue la convergencia hacia los municipios y la entrega a los alcaldes de las demandas estudiantiles, en el marco de un paro nacional convocado por los alumnos de secundaria.
El paro, que cuenta con el respaldo de los universitarios, fue la culminación de tres semanas de movilizaciones que han incluido tomas de colegios, desalojos policiales, retomas de los establecimientos y manifestaciones callejeras que han sido duramente reprimidas por la policía, con un balance de centenares de detenidos, informó Efe.
Cerca de 140 detenidos, 18 carabineros lesionados y múltiples daños a la propiedad pública y privada es el balance que entregó más tarde la Intendencia Metropolitana de Santiago y Carabineros de Chile tras las marchas efectuadas ayer.
Después de que millares de jóvenes distribuidos en por lo menos catorce marchas no autorizadas desfilaran pacíficamente en la capital durante unas dos horas, estallaron incidentes en el centro de Santiago y también en torno a la alcaldía del municipio santiaguino de Providencia.
En el centro, los disturbios surgieron tras una manifestación que reunió a más de 3.000 jóvenes en la Plaza de Armas, frente a la alcaldía, cuando algunos grupos pretendieron marchar por la Alameda Bernardo O’Higgins y algunas calles aledañas.
Tras un par de advertencias por altavoces, la policía disolvió con chorros de agua y gases a los jóvenes, que respondieron con piedras y otros proyectiles.
En Providencia la situación fue similar, aunque en este caso la policía arremetió contra unos 5.000 jóvenes congregados frente al municipio antes de que pudieran entregar sus demandas en la alcaldía.
También hubo presencia masiva de jóvenes en los sectores de Ñuñoa y Maipú, en Santiago, así como en algunas ciudades como Valparaíso y Valdivia, entre otras.
Hacia las 14:00 horas (18:00 GMT) no se había informado de lesionados o detenidos y las autoridades policiales calificaron los disturbios como aislados.
En el Palacio presidencial La Moneda, el presidente Sebastián Piñera minimizó la protesta, mientras subrayaba “el compromiso” de su gobierno con la educación.
El portavoz del gobierno, Andrés Chadwick, por su parte dijo que “se trata de grupos chicos” y consideró que las movilizaciones “ya tienen muy cansado al país”.
Los estudiantes chilenos luchan desde el año pasado por una educación pública, gratuita y administrada en el nivel básico y secundario por el Gobierno central y no por los municipios, como en la actualidad.
DATOS
- Para los jóvenes, la toma de colegios es una respuesta a la indiferencia del gobierno frente a sus demandas, tras haber esperado durante todo el primer semestre del año.
- Según los estudiantes, en la capital del país son alrededor de una decena los establecimientos educativos ocupados y a nivel nacional suman medio centenar.
- El Gobierno ha respondido con ofertas de créditos más baratos, más becas y una reforma tributaria que se debate en el Congreso.
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