“Mi madre y mi hija son lo más importante que tengo en la vida”

Marcos Ovejero, futbolista argentino que se hizo conocer en nuestro país debido a los goles que convirtió en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB), comenzó a jugar en Guabirá en la gestión 2010, gracias al director técnico, Claudio Marrupe, a quien conoció en Argentina cuando coincidieron en el mismo equipo, Jorge Newbery de Aguilares.

En el plantel azucarero consiguió demostrar el gran nivel que tiene, debido a esto el 2011 pasó a filas de Universitario, plantel donde no tuvo una buena temporada, jugó poco, pero con dicho club consiguió dos campeonatos y el segundo lugar en la LFPB.

Tras rescindir su contrato con la “U”, Ovejero volvió a su país y este año fue llamado por Marrupe para militar en La Paz Fútbol Club.

¿A qué edad comenzaste a jugar al fútbol?

Empecé desde chico, frente a mi casa había una cancha, ahí jugaba siempre, me acuerdo que mi mamá me decía que no vaya porque los muchachos que iban eran más grandes que yo y me golpeaban, volvía a mi casa llorando y mi madre me reñía, pero a los cinco minutos salía de mi hogar para seguir jugando. Creo que fue a los siete u ocho años.

A los 13 comencé a practicar en el club Jorge Newbery de Aguilares, Tucumán, Argentina, estuve ahí un año y después pase a filas de su rival, el club Deportivo Aguilares, equipo del cual soy hincha, me quedé tres años y luego llegué a Argentinos Juniors en 2004, hice cinco pruebas y me dijeron que vuelva al siguiente año y comencé a jugar en la Quinta de Argentinos Juniors.

¿Qué pensaste cuando supiste que estarías en Argentinos Juniors?

Fue lindo porque en mi barrio, a dos cuadras de mi casa, había un muchacho que ya estaba en ese equipo y se hablaba mucho de él.

El tiempo que estuve ahí me fue bien hasta que empezaron a surgir problemas, pero el momento en que me dijeron que debía volver para enero, fui el hombre más feliz del mundo.

¿Cómo fue tu paso por Argentinos Juniors?

Estuve ahí desde el 2004 hasta el 2008, después me fui a jugar a la B Nacional en el Independiente de Mendoza, me quedé por un año, luego volví a Argentinos y me mandaron a préstamo al club Defensores de Belgrano, la B Metropolitana de Argentina, estuve por medio año, después regresé a mi equipo.

Al llegar hablé con el Presidente y rescindí mi contrato, volví a mi casa y me llamó un representante, que era mi amigo y me llevó al Guaraní en Paraguay, estuve un mes y regresé a la Argentina, me quedé tres meses jugando en un club de mi ciudad que se llama Jorge Newbery de Aguilares, ahí conocí al profesor Marrupe.

¿Cuánto tiempo estuviste en Jorge Jorge Newbery de Aguilares?

En ese equipo jugué ocho partidos. Luego me contacté con el profesor Marrupe y me preguntó si quería llegar a Bolivia para jugar en Guabirá y acepté.

¿Cómo fue tu estadía en Guabirá?

Fue buena, al principio los dirigentes decían que estaba gordo y un montón de cosas y le dije al profe que les dejara hablar, porque cuando comenzara a jugar les iba a demostrar y gracias a Dios así fue.

Después, ¿a dónde pasas?

Me fui a Universitario de Sucre, me quedé por seis meses y rescindí contrato para volver a mi casa. Estuve en pocos partidos y al dejar la “U” decidí no jugar y perdí las ganas de continuar, ya era mucho tiempo sin estar con mi familia y la pasé bien ese tiempo que compartí con ellos, pero luego se fueron complicando las cosas y volví porque es lo mejor mi familia.

¿Cómo llegas a La Paz Fútbol Club?

Por el profe Marrupe, me contacté con él y acepté venir a La Paz F.C. Tengo una buena relación con él, a veces se comporta como un chico y eso me hace sentir bien, pero cuando tiene que ser serio, lo es.

¿Cuál es tu objetivo en La Paz?

Cuando el profe me contactó me explicó la situación en la que estaba el equipo, entonces vine con el propósito, al igual que mis compañeros, de sacar adelante al club, quiero clasificar a una Copa y si Dios lo permite, salir goleador del campeonato.

¿Tu objetivo personal?

Trato de vivir el día a día, esperando lo que Dios mande, si tengo que ir a China, voy, pero si debo pensar en el mañana, mi objetivo es tratar de salir campeón con La Paz F.C. o clasificar a una Copa Internacional.

¿Cuál fue el mejor técnico que tuviste hasta ahora?

Tuve varios entrenadores, pero con el que más me relacioné y comparto es el profe Marrupe, con los demás era ir a entrenar, saludar y despedirse.

Hablando del tema familiar, ¿cómo se llaman tus padres?

Mi madre se llama Marilin del Valle Ovejero, tengo dos hermanas, Aime Rosario y Noelia Marilyn, también tengo una hija, Pilar, de cuatro años.
¿Cómo se sintió tu familia cuando supo que serías jugador profesional?

Mi madre estaba contenta, está feliz por lo que soy, además ella sabe por todo lo que pasé para estar acá.

Cuéntanos un poco de tu hija, ¿es lo más importante que te sucedió?

Cuando su madre me dijo que estaba embarazada yo tenía 22 años, era muy joven, pero asumí el compromiso y siempre veo a mi nena cuando estoy en mi casa o cuando ella la lleva a mi hogar, no tengo una buena relación con la mamá de mi hija, cada vez que veo a Pilar trato de aprovechar los momentos que estoy con ella.

¿Qué otro deporte te gusta?

Tengo trofeos de voleibol, así chiquitito como me ves, de pequeño me gustaba jugar ese deporte, también tengo dos medallas, si tuviera que elegir, escogería primero el fútbol.

¿Si no hubieras sido jugador profesional, que profesión tendrías?

No sé, mi mamá me mandaba a estudiar por la tarde a un colegio técnico, donde pasaba todas las materias y en la mañana tenía talleres de carpintería, soldadura, moldeo, electricidad, tornería, todas esas cosas, entonces no sé qué profesión tendría, no terminé de estudiar.

a carrera de un futbolista es corta, ¿sabes que harás después de retirarte?

Cuando uno entra a cierta edad, ya empieza a pensar que se le acortan los años, así que se debe ahorrar y tratar de poner un negocio donde uno vive para estar cerca de su familia. Quiero estar cerca de mi mamá, es lo más importante que tengo en esta vida, al igual que mi hija.

¿Podrías dar un mensaje a los niños que quieren ser futbolistas?

Una vez que eligen entrar al fútbol, se van a dar cuenta que es muy duro, que requiere mucho sacrificio, como dejar su familia, cosas que a uno le gustan, hoy en día los jóvenes salen a fiestas. Son cosas que se dejan, pero cuando se acaba la carrera del futbolista, van a poder disfrutar de todo eso.
Marcelo Avendaño