La respuesta de Francia a Bolívar

El Libertador recibe informaciones

sobre el Dictador

Cuando el Libertador Simón Bolívar llegó a la ciudad de Arequipa, en mayo de 1825, su primera preocupación fue informarse detalladamente de los hombres y cosas de los países situados al sur del Alto Perú, hacia el cual él viajaba.

Entre las informaciones que recibió, la que más llamó su atención fue la referente al Paraguay y a su gobernador, el dictador don José Gaspar Rodríguez de Francia.

Se le había dicho a Bolívar que este personaje era uno de los tipos más notables que entonces presentaba América: que su figura era una de las más siniestras y que había convertido al Paraguay en un silencioso cementerio.

El capitán Ruiz en marcha al Paraguay

Picada la curiosidad de Bolívar, resolvió en el acto y con esa impetuosidad que le era tan característica, enviar a Francia una carta con la mira de establecer comunicaciones con el dictador.

Llamó a uno de sus ayudantes -el capitán Ruiz- y le dijo:

-Marchará usted al Paraguay, entregará usted una carta mía al gobernador en mano propia, me traerá usted la respuesta y a su regreso recibirá un ascenso.

A mediados de junio salió Ruiz de Arequipa, escoltado por un piquete de soldados de línea. Tomó la ruta de Oruro y Tarija, llegó al Chaco, que lo atravesó en toda su extensión, venciendo con inaudito arrojo todas las dificultades que le presentaba una naturaleza hostil y hombres salvajes.

A los dos meses de continuo viaje, llegó Ruiz con sus soldados a un punto llamado Candelaria, en el Alto Paraguay. Aquí encontró una fuerza militar que resguardaba la frontera. Informado el jefe de esta fuerza de la misión que llevaba Ruiz, dio inmediato aviso al gobernador del Paraguay, pidiéndole instrucciones.

Francia ordenó que dejasen pasar al ayudante de Bolívar; bien escoltado, y que el piquete de soldados que lo acompañaba quedase en Candelaria desarmado y mejor resguardado.

“Pasó Ruiz por algunas calles de Asunción hasta llegar al palacio del Dictador, donde sin permitírsele apear del caballo, tuvo que entregar al oficial de guardia el pliego de que era conductor. Una hora después salió éste. Dio a Ruiz una carta sellada y lacrada, que contenía la respuesta del Dictador a Bolívar, y el sobre del oficio, con estas palabras de letra del autócrata paraguayo:

Llegó a las doce. Despachado a la una, con oficio. - Francia”.

El regreso de Ruiz

El capitán volvió a grupa, escoltado por dos vigilantes paraguayos que no se apartaron ni un minuto de su lado hasta llegar a Candelaria, donde lo esperaban los 25 hombres de su escolta.

“Después de mil contratiempos, naturales en camino tan penoso, como el desierto Chaco, puso Ruiz en manos del Libertador la ansiada correspondencia, y obtuvo el ascenso, leal y honrosamente merecido”.

Interrogado Ruiz sobre lo que había visto en el Paraguay, y sobre la personalidad de su extravagante mandatario, respondió que nada había visto, que nada había entendido, porque todos hablaban en guaraní, que era el idioma nacional, y que no había conocido al doctor Francia.

La carta de Francia

Literalmente no se conoce el tenor de la carta dirigida por Bolívar a Francia; pero según un historiador peruano, ella se limitaba a proponerle que sacase al Paraguay del aislamiento con el resto del mundo civilizado, enviando agentes diplomáticos y consulares.

La contestación de Francia fue la siguiente:

“Patricio: Los portugueses, porteños, ingleses, chilenos, brasileños y peruanos han manifestado a este gobierno iguales deseos a los de Colombia, sin otro resultado que la confirmación del principio sobre el que gira el feliz régimen que ha libertado de la rapiña y de otros males a esta provincia, y que seguirá constante hasta que se restituya al Nuevo Mundo la tranquilidad que disfrutaba antes que en él: aparecieran apóstoles revolucionarios, cubriendo con el ramo de oliva el pérfido puñal para regar con sangre la libertad que los ambiciosos pregonan.

Pero el Paraguay los conoce y en cuanto pueda no abandonará su sistema, al menos mientras yo me halle al frente de su gobierno, aunque sea preciso empuñar la espada de la justicia para hacer respetar tan santos fines. Y si Colombia me ayudase, me daría un día de placer y repartiría con el mayor agrado mis esfuerzos entre sus buenos hijos, cuya vida deseo que Dios Nuestro Señor guarde por muchos años. - Asunción, 27 de agosto de 1825.- Gaspar Rodríguez de Francia”.

Un tradicionista peruano -don Ricardo Palma- ha escrito un artículo sobre este mismo tema; pero se ha apartado completamente de la verdad al decir que Bolívar escribió en Chuquisaca la carta remitida a Francia.

La contestación de Francia tiene la fecha de 27 de agosto, y Bolívar llegó a Chuquisaca, por primera y única vez, dos meses después, el 3 de noviembre de 1825. Luego, la contestación no podía preceder a la iniciativa o sea a la carta que la motivaba.

La verdad es que Bolívar escribió en Arequipa su carta a Francia.

EL DIARIO, 23 de agosto de 1925.

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