Ministro presenta cifras sobre lucha antidroga y analista espera que no sean datos maquillados

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que la erradicación de los cocales en las áreas protegidas, parques y reservas naturales, además comparó las cifras de erradicación e incautaciones del gobierno de Evo Morales con años anteriores. El analista Carlos Cordero, espera que estos datos no sean maquillados y observa con preocupación el constante crecimiento de este ilícito en el país.

Romero expresó ayer en los medios de comunicación gubernamentales que las tareas de erradicación apuntan principalmente al Parque Carrasco donde se encuentran 476 hectáreas de cultivo ilegal y otras 16 hectáreas en la reserva de Chore. “La política de erradicación continúa con el respeto a las personas, no hay enfrentamientos, ni heridos ni desaparecidos. La erradicación no se ha producido en Vandiola, sino en el parque Carrasco”, destacó.

Según la autoridad, las tareas de erradicación continuarán y las cifras demuestran que en el último septenio se mejoró cualitativa y cuantitativamente en esta misión, ya que en los siete años previos a la llegada al poder del Movimiento Al Socialismo (MAS) hubo 28.219 operativos, en tanto que en el último septenio hubo más de 77 mil operativos.

En la misma línea de comparación, destacó que en los siete años de los gobiernos denominados neoliberales se decomisaron 49 toneladas de cocaína, en tanto que en el último septenio, las toneladas de droga incautadas llegaron a 180 y lo mismo sucede con la marihuana.

“Nunca estaremos confiados en el absoluto control de la cocaína, pero avanzamos cualitativa y cualitativamente. El cultivo de coca se estabilizó en 30 mil hectáreas que es menos que en la década de los años 70”, expresó Romero.

Esta cifra según los analistas no necesariamente implican una mejor tarea sino también pueden ser el signo de que ahora se produce más cocaína y marihuana que antes, lo que implica menor control en la fabricación y tráfico.

El politólogo Carlos Cordero expresó su preocupación, porque a los datos que brindó Romero se deberían añadir otros que verifican el crecimiento de este ilícito, como aquellos de las Naciones Unidas que ratifican la vigencia de nuevas técnicas para la producción de droga que escapan al control estatal.

“Si los datos que brinda el Gobierno son los correctos, no deja de ser preocupante para el país, porque en los informes se habla de un 10 a 20 por ciento de droga que es capturada, es decir que en el país se estarían produciendo diez veces más de lo que citan las autoridades, con lo que hablaríamos de una producción de 1.800 toneladas de droga en esta gestión”, mencionó Cordero.

El entrevistado también espera que los datos ofrecidos por la autoridad no sean maquillados para quedar bien con la opinión pública, puesto que tarde o temprano saldrán a la luz las cifras y si estas son contrarias o minimizadas por el Ejecutivo crearían conflictos y demandas para el régimen de Morales Ayma.

Respecto al apoyo que podrían brindar fuerzas de seguridad en el control de drogas de los países vecinos, el Ministro de Gobierno destacó que esa posibilidad no fue considerada, no existe una solicitud concreta en esos términos y que tampoco se la aceptaría, porque existe una política de “nacionalización” de este control y que cualquier intervención de esta naturaleza lesionaría la integridad nacional.

Coincidió con la opinión de César Guedes, representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, al destacar que Bolivia es un país de tránsito de sustancias controladas y que “Colombia tiene 64 mil hectáreas de coca dirigida a la fabricación de cocaína, Perú tiene 60 mil hectáreas casi de manera exclusiva para la cocaína y que Bolivia tiene 30 mil hectáreas gran parte dedicada al consumo nacional por la cultura ancestral que tiene”.

“Nuestro problema es el tránsito de la droga a través del país”, destacó Romero.

Al referirse a los datos que tiene sobre la droga que va a Estados Unidos, explicó que el 95% de esta droga es de Colombia, el 3,5% de Perú y apenas un uno por ciento es de Bolivia.