Aprendamos juntos

En 1939 gracias a las mentes distorsionadas de Hitler en Alemania, Mussolini en Italia y el emperador Hirohito en Japón que querían como en la muy buena serie de dibujos animados “Pinky y Cerebro” intentar conquistar el mundo, se desata la segunda guerra mundial. Inglaterra, Francia y Rusia componen el grupo de los aliados a los que se suma EUA un par de años más tarde, culminando como todos sabemos en 1945. En los años de post guerra, mientras el proceso de reconstrucción global estaba planificándose, muchos soldados continuaban su recuperación física y sobre todo psicológica, en las afueras de Londres en el hospital Stoke-Mandeville. En ese Nosocomio el neurocirujano Ludwig Guttman trató a una veintena de excombatientes que, por problemas medulares quedaron postrados en sillas de ruedas, aparte de los amputados y otras víctimas que sufrieron en los crudísimos combates. En este ínterin, se comenzó a organizar partidos de básquet para los excombatientes en sillas de ruedas con excelentes resultados, despertaba el espíritu de competencia, les exigía un trabajo físico especial y en esos momentos se olvidaban de sus limitaciones, esta experiencia lo mueve a 1948 a organizar los primeros juegos “Mundiales” para amputados y en silla de ruedas aprovechando las varias nacionalidades de los heridos de guerra. Tal fue el impacto y el interés de personas que querían participar que en 1960 en Roma ya se desarrolló la primera edición de los juegos Paralímpicos de la historia. Antonio Maglio, director del Centro de Lesionados Medulares de Ostia, propuso que los juegos se celebraran aquel año en la capital italiana, coincidiendo con los XVII Juegos Olímpicos. Comenzaron seis días después de que finalizasen los Juegos Olímpicos de Verano, el hecho histórico que también marcó estas “Olimpiadas para minusválidos” (el término Juegos Paralímpicos fue aprobado por el COI en 1984) fue la audiencia privada que concedió el Papa Juan XXIII a todos los participantes. Luego el mismo Juan XXIII le dijo personalmente a sir Dr.Ludwig Guttmann : “Usted es el Coubertin de los discapacitados”. No era para menos, había descubierto la forma perfecta y mostró el camino para este nuevo modelo de reinserción de estas personas con capacidades especiales a una sociedad que reconocía y valoraba de sobremanera el esfuerzo para seguir demostrando su utilidad y capacidad a través del deporte.

Hoy arrancan los paralímpicos Londres 2012, que prometen ser los más impresionantes de la historia, donde los participantes nos darán con seguridad sendas cachetadas para los que en algún momento pensamos que algo no se puede lograr o que es “imposible”, ejemplos de vida que no tiene que mover a ser más competitivos, comprometidos y responsables en el cumplimiento de nuestros objetivos. Los que nos demostrarán que los gobiernos y los integrantes de todas las sociedades tenemos que mentalizarnos en propiciar cambios permanentes en la conducta de la gente para lograr una mayor justicia social.

En deportes EL DIARIO tendrán el espacio no que les corresponde, sino el que se merecen.