COD rinde homenaje a histórica marcha por la Vida y por la Paz

Oruro, (EL DIARIO).- Los trabajadores de diferentes sectores de Oruro, afiliados a la Central Obrera Departamental (COD), rindieron homenaje a la histórica Marcha por la Vida y por la Paz, que se inició el 28 de agosto de 1986, con la participación de más de cinco mil trabajadores mineros, fabriles, comerciantes, transportistas y otros.

La marcha se inició a las 10:00 horas, desde el Parque de la Unión Nacional hasta la Plaza 10 de Febrero, donde se recordaron las acciones heroicas de los mineros, que se habían reunido en Oruro, para analizar las condiciones de vida y el inicio de una relocalización de los trabajadores de las minas, con el supuesto afán del gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario de “salvar a Bolivia”.

La movilización fue protagonizada por los dirigentes de la Central Obrera Departamental, trabajadores de la Universidad Técnica de Oruro, Cooperativa de Teléfonos, fabriles, maestros urbanos y rurales. En las inmediaciones de la plaza 10 de Febrero, se hicieron detonar cachorros de dinamita, logrando la paralización del transporte por ese sector.

El ejecutivo de la COD, Germán Chaparro, dijo que durante los 26 años desde aquella histórica marcha, los trabajadores no han cambiado sus condiciones de vida, nadie garantiza su fuente de trabajo ni su salario, se realizan contratos civiles para contratar a los profesionales, en vez de respetar la Ley General del Trabajo y se otorgan salarios míseros.

Recordó que hace 26 años, el pueblo boliviano estaba unido en torno a los mineros y a los dirigentes de la Central Obrera Boliviana, en defensa de las fuentes laborales, porque se estaba empezando la relocalización de miles de trabajadores, ofreciendo bonos y extralegales que han hecho mucho daño a la dignidad de los sectores laborales.

“Por ese motivo, los trabajadores no han olvidado la manipulación de las palabras, por parte del ex presidente Victor Paz Estenssoro y de su ministro de planificación, Gonzalo Sánchez de Lozada. En vez de despido, han utilizado el término de relocalización, para decir que ninguno de los trabajadores estaba siendo despedido, pero al final, más de 25 mil personas han perdido su fuente de trabajo”, dijo.

Expresó que hoy, las condiciones han cambiado, pero nadie se siente seguro, mientras siguen los avasallamientos de minas y de tierras, sin que nadie respete el derecho al trabajo.