La columna

¡SANTOS URANIOS!

Una barrita en un pequeño maletín podría pasar inadvertido y su comercialización remuneraría con unos cuantos dólares. Sin embargo, dos toneladas de barras de uranio en un depósito en pleno centro paceño, valuadas en 50 millones de dólares (informe preliminar) aparentan más una historia de comics al estilo de Batman que a la realidad boliviana. “El uranio es un elemento químico metálico de color plateado-grisáceo de la serie de los actínidos, su símbolo químico es U y su número atómico es 92. Es levemente radioactivo”, según Wikipedia.

A CHICOTAZOS

Los pobladores de Río Abajo amenazaron con chicotear al Gobernador de La Paz si no cumple los acuerdos prometidos a las poblaciones colindantes, como el asfaltado de vías para beneficiar a los productores agrícolas. La firma fue efectuada por Cocarico y ahora se espera que cumpla con ellos, porque caso contrario recibirá unos buenos latigazos con kimsacharani como amenazaron los pobladores.

GRAFITI, ¿ARTE O VANDALISMO?

La Alcaldía paceña dispuso que el túnel del Instituto Americano se convierta en un espacio para que el arte se haga presente con la exposición de grafitis y murales que le darán vida a este ducto. Sin embargo, no faltan los jovenzuelos que no resisten ver una pared limpia o que tienen profunda envidia al arte de otros, y ya comenzaron a rayar encima de los murales con siglas de sus grupillos o cualquier frase carente de importancia.

NO HAS CAMBIADO

El mandatario Evo Morales concedió una extensa entrevista a un medio iraní. Dentro de los detalles respondió “me dicen no has cambiado nada”, en referencia a sus años en el poder, aunque en su vestimenta sí admite un cambio, porque nunca antes usaba trajes y cuando se pone jean y polera, dice “ahora me siento Evo Morales”. Aseguró nunca haber soñado en ser dirigente y lo fue; nunca pensó ser diputado y lo eligieron; y jamás se imaginó ser presidente y ganó dos veces.

SOBRE SU FUTURO:

“Después de eso, ¿qué más? Irme a mi chaco, estar ahí, yo tengo un gran deseo que es ir a mi chaco, tener una casita, como expresidente recibir a mis exministros, exministras, que vengan a visitarme, mis excomandantes, ampliar los naranjos, mi cato de coca, mis platanadas, cosechar, trabajar, comer, comentar, recordar cómo hemos trabajado, como hemos luchado también, porque en estos momentos es trabajar, trabajar por el pueblo y luchar, luchar contra el imperio y sus instrumentos que están internamente perjudicando el desarrollo del pueblo boliviano. Ese es mi gran deseo por ahora”.

ANTES DE, DESPUÉS DE

La experiodista Marianela Paco parece haber olvidado muy pronto su formación en esta profesión. Dijo ayer a los aparatos de propaganda del Gobierno, que la prensa asumió una reacción de “trinchera, de vitrina, de palestra, en un confronte directo y no desde ese marco que caracteriza a los periodistas”. Sin duda, la legisladora actuó igual cuando fue ella, la víctima de las agresiones racistas en Sucre, denunciando al poder regional establecido, porque entonces sí defendía militantemente la libertad de expresión que ahora asumen sus excolegas.