La precariedad de muchas familias y la falta de un lugar donde vivir son los argumentos que esgrimen para tomar esos terrenos, que en su criterio, no estarían cumpliendo una función económica y social.
Aproximadamente 80 familias del grupo denominado “Sin Techo”, tomaron ayer por la fuerza la propiedad de Apolinar Quispe ubicado en el distrito 12, zona de Chijini, bajo el argumento de que los 20.000 metros cuadrados de superficie está deshabitado por muchos años.
“Nos basamos en el hecho que estas tierras no cumplen con ninguna función social”, expresaron los dirigentes del grupo que echó por tierra los muros de la propiedad de Quispe y quieren mantenerse en esos terrenos apelando a cualquier justificativo, aunque señalaron: “no queremos la confrontación”.
Una vez asentados en la propiedad, los invasores armaron con palos y toldos improvisadas viviendas, mientras sus dirigentes organizaban a sus seguidores para los turnos de vigilancia y posible defensa en caso que la Policía llegue a este sector.
El alcalde de El Alto, Edgar Patana anunció que si los avasalladores construyen algunas viviendas en el interior de los terrenos invadidos serán demolidas, como ocurrió anteriormente en el Distrito 4 cuando algunas personas invadieron predios de propiedades privadas.
Los denominados “Sin Techo” tomaron anteriormente tierras pertenecientes al empresario Bernard Abendrodth el pasado 19 de agosto y el pasado lunes invadieron los terrenos del ingeniero Wálter Vásquez en la zona Copacabana.
El argumento que esgrimen los avasalladores es la pobreza en la que viven muchas familias y la falta de un lugar donde vivir y criar a sus hijos. “No están cumpliendo una función económica social, por eso tomamos estas tierras”, dijo una de las que ingresó a estos terrenos ilegalmente.
“No es un terreno abandonado, es un patrimonio de la empresa, esos 2.500 metros tomados irregularmente por ese grupo estaban destinados a la construcción de un proyecto industrial farmacéutico”, dijo Abendrodth, quien pidió el respaldo de la Policía para expulsar a los que invadieron su terreno.
“Los derechos nos amparan, nosotros cumplimos regularmente al pagar los impuestos de la propiedad”, expresó el abogado de la familia Vásquez, quien negó la posibilidad de vender estos terrenos a los grupos invasores.
“Queremos pagar por esta tierra”, dijo uno de los representantes del Movimiento “Sin Techo” y recuerda el hecho registrado el pasado 1 de mayo de 2010 cuando un grupo a la cabeza de José Luis Guachalla expresó: “Queremos pagar por esta tierra, pero ninguno de los propietarios se apersonó, por lo que no nos moveremos y pelearemos los lotes hasta en los estrados judiciales”, justificó tras la toma de 900 hectáreas, semanas después él y sus seguidores fueron desalojados del lugar que pertenecía al ingenio San Aurelio.
Esta serie de avasallamientos y amenazas de continuar esta tarea puso en alerta a vecinos y propietarios de terrenos que reclaman el hecho, porque pese a contar en el país con normas y resoluciones, en cuanto a construcciones clandestinas y prohibiciones de asentamientos ilegales de dichos movimientos en propiedad pública o particular y en particular de avasallamientos, no se cumplen las disposiciones conforme a la Constitución y la ley, y se advierte una actitud pasiva, negligente e indiferente de autoridades y policías.
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