Notificación de Konig

¿QUIÉN FUE KONIG?

Abraham Konig fue el agente diplomático que el Gobierno de Chile envió a Bolivia en 1900 a iniciar la discusión sobre la celebración de un tratado de paz entre ambas naciones. Al tiempo de presentar sus credenciales en junio de aquel año, el Ministro chileno dijo: “Procurar una buena y sincera amistad, basada en recíprocas conveniencias; robustecer los vínculos de afecto y de comercio que ligan a ambos pueblos: tal es el objeto de mi misión”.

La Cancillería de Bolivia, deseosa también de entrar en arreglos con Chile para convertir el tratado de tregua en un tratado definitivo de paz y amistad, aceptó las discusiones con ánimo sereno y tranquilo.

LA PROPOSICIÓN BOLIVIANA

Como base de un acuerdo, el Ministro chileno propuso la cesión definitiva del litoral boliviano a Chile, debiendo esta nación pagar los créditos de Bolivia y entregarle seis millones de pesos para la construcción de un ferrocarril que partirá de un puerto de Chile al interior de Bolivia.

El canciller boliviano Eliodoro Villazón propuso que en cambio de su valioso litoral, Chile concediera a Bolivia un puerto en el Pacífico, capaz de satisfacer sus necesidades comerciales.

No es un vano orgullo -decía el doctor Villazón-, de poseer una estrecha faja de territorio sobre el Pacífico, lo que nos obliga a perseverar en esta condición, ni mucho menos el deseo de aumentar, por este medio, nuestro poder; nuestra política es de paz y aspiramos a fundarla en condiciones dignas y duraderas, que permitan a Bolivia dedicarse al trabajo, con sosiego, una paz honrosa, permanente y que reporte utilidades para ambos pueblos.

Para alcanzar esta solución -continuaba el Ministro boliviano-, es indispensable que Bolivia conserve la posesión de aquella zona bajo su soberanía; lo que le permitirá establecer sus aduanas, exportar sus productos e importar los del extranjero, sin trabas, guías ni dornaguías, reprimiendo el contrabando sin tener en esta acción, cuestiones odiosas ni la limitación de otra soberanía. El tránsito que bajo la denominación de puertos francos nos ofrece Chile, no sería sino el derecho de que haríamos uso subordinados a sus leyes y autoridades; esto nunca puede llamarse independencia.

LAS COMPENSACIONES OFRECIDAS POR CHILE NO GUARDAN RELACIÓN CON EL VALOR DEL LITORAL

El valor del Litoral puede calcularse en Bs. 100,000.00 - atenta su extensión (158.000 kilómetros cuadrados, con una población de 32.O00 habitantes, riquezas naturales, ventajas biográficas y su renta fiscal que pasa de Bs. 7, 000,000 anuales. Con estos datos hemos formado la convicción de que traspasando Bolivia la propiedad de su Litoral, en cambio de que Chile se haga cargo de créditos, que en parte, gravan este mismo territorio y que en conjunto importa Bs. 8.000,000 y de una zona árida de territorio con un puerto en el Pacífico, con un valor relativo sólo por nuestro comercio y apreciable a lo sumo, con cinco millones de bolivianos, Bolivia procedería con moderación y generosidad, dando así una prueba innegable de su amor a la concordia.

La concesión de una zona de territorio a Bolivia no es por otra parte una novedad, ni una exigencia de última hora. Ha sido aconsejada por los mismos estadistas de Chile, propuesta y definida por la prensa y estipulada por pactos diplomáticos aprobados por el Gobierno de Chile.

EL DIARIO, 13 de agosto de 1928.

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