El cine que se aproxima:
Sacha Baron Cohen regreso al cine con su humor ácido, esta vez metido en la piel de un dirigente absolutista muy singular en el filme El Dictador.
El siempre polémico Sacha Baron Cohen se mete esta vez en la piel del almirante Haffaz Aladeen en El Dictador, un líder absolutista norteafricano radicalmente contrario a la cultura occidental que hará todo lo posible para que la democracia no llegue a su país, la República de Wadiya.
En definitiva, la parodia de un Gadafi cualquiera que, a través de sus peripecias, hace una radiografía ácida y políticamente incorrecta de la hipocresía del mundo de las relaciones diplomáticas y de la sociedad actual, y en la que ni siquiera se libra el delicado tema del 11-S.
Bajo las órdenes de Larry Charles, junto a Baron Cohen completan el reparto Anna Faris y Ben Kingsley, incluyendo un “cameo” de Megan Fox.
El actor británico Sacha Baron Cohen, durante sus diferentes visitas a los países donde se estrenaba, no cesaba de “amenazar a Occidente”.
El general Aladeen, dictador de la República de Wadiya, asistía con medallas, pistola de oro y uniforme militar. Baron Cohen alabó y defendió la labor de algunos de sus supuestos colegas y aseguró que no entiende por qué todo el mundo critica a los dictadores: “Solo han cometido un poco de genocidio”, apuntó. “Hemos perdido a dictadores como Kim Jong-il, Muamar al Gaddafi o Dick Cheney, ¿por qué todos están en nuestra contra? Somos la minoría perseguida”, declaró el máximo mandatario de la República de Wadiya, cuya participación en la última gala de los Premios Oscar se vio cuestionada por el papel que interpreta en esta película.
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