Trabajadores de Epsas toman las calles y continúan su huelga

Los trabajadores de la Empresa Pública y Social de Agua y Saneamiento (Epsas), que mantienen una huelga indefinida desde el 28 de agosto, se movilizaron ayer en la ciudad de La Paz, en demanda de atención a mejores condiciones de trabajo.

El secretario general del Sindicato de los Trabajadores de Epsas, Lorenzo Quisbert, dijo que “el paro iniciado por el sector de Producción y Saneamiento se amplió a toda la empresa y se decidió salir en marchas de protesta, ante el no me importismo de los ejecutivos que no atienden las demandas presentadas desde el año pasado”.

Manifestó que la planta ejecutiva, en un año no pudo mejorar el accionar de la anterior, que era igualmente inoperante, por lo que aseguró que “el remedio resultó ser peor que la enfermedad”.

Precisó que lo que se reclama son insumos, material de trabajo, herramientas, vehículos como retroexcavadoras, volquetas, un carro cisterna e incluso el mejoramiento de las infraestructuras de la empresa.

“Es paradójico pensar que la primera empresa de agua en La Paz y en Bolivia no cuente con un carro cisterna”, subrayó.

Dijo que la seguridad industrial tampoco se cumple, no hay la debida protección para el trabajador, además que de 160 motorizados sólo el 24% está en buen estado y el resto, en malas condiciones y no ofrecen ninguna seguridad para los trabajadores y para los mismos peatones.

En tanto, ayer continuaban en huelga de hambre tres trabajadores y para hoy podría sumarse un grupo más numeroso, dependiendo de la conclusión a la que se lleguen en el anunciado ampliado.

Quisbert aseguró que “pese a la medida de presión, el suministro de agua potable es normal y está garantizado, los servicios de emergencia están funcionando por decisión propia de los trabajadores”.

Jaime Ballesteros, representante de los trabajadores de base, informó a la agencia de noticias Erbol que se decidió acatar la medida de presión ya que la parte ejecutiva no cumplió con los compromisos y acuerdos firmados en anteriores oportunidades.

“Bastante tiempo andamos con este problema; firmamos un convenio donde se han comprometido a cumplir con todos los puntos que habíamos pedido, pero ya pasaron 18 meses y nada”, manifestó Ballesteros.

Para los obreros, el cambio de autoridades en el Ministerio de Medio Ambiente y Agua no solucionó sus demandas; por ello, prefieren acudir a sus inmediatos superiores.

El único problema será el del cobro de facturas y otras actividades administrativas que se regularizarán una vez se supere el conflicto.