La mujer más rica del mundo

La australiana Gina Rinehart, heredera del imperio construido por su padre, hizo polémicas declaraciones que generaron indignación y la reacción del gobierno de su país.

La mujer, heredera y jefa del grupo Hancock Prospecting, con una fortuna estimada en 29.200 millones de dólares australianos por la Business Review Weekly (BRW), dijo que la gente pasa más tiempo bebiendo que trabajando, y que por eso no hacen dinero.

"Si se sienten envidiosos de los que tienen más dinero que ustedes, no se queden sentados quejándose. Hagan algo para ganar más, pasen menos tiempo bebiendo, fumando y charlando, trabajen más", dijo a una revista de finanzas.

Pero no conforme con eso, que muchos lo tomaron como una burla a los trabajadores que ganan un sueldo bajo en sus empresas, criticó las políticas "socialistas" del gobierno de Australia que debería, según ella, disminuir el salario mínimo y los impuestos para así incentivar la inversión.

El ministro de Finanzas de Australia, Wayne Swan, un duro enemigo de los multimillonarios que luchan en su país contra el impuesto minero y otras tasas impositivas, criticó inmediatamente las palabras de Rinehart.

"Estos comentarios son un insulto para los millones de trabajadores australianos que trabajan y sudan sangre para alimentar a sus hijos y pagar las facturas", respondió.

Los miembros del partido ecologista, aliados del gobierno, prefirieron la ironía. Dijeron que Rinehart no sabe lo que dice y que no tienen valor sus palabras ya "que debe su fortuna a su familia".

No hay una receta para volverse millonario”, escribió Rinehart en una revista financiera.

Por su parte, los ecologistas, aliados del gobierno, se refirieron a Rinehart como una mujer “que debe su fortuna a su familia”.