La Constitución Política del Estado es la Ley Fundamental de la organización del Estado, así como de reconocimiento a los derechos humanos, que son de carácter irrenunciable e imprescriptible.
La democracia es un sistema de gobierno. Se parte del supuesto de que toda sociedad organizada estará constituida mediante normas legales en un orden de gobierno, aunque éste sea autocrático; sin tales normas no podría haber vida en comunidad. Un Gobierno constituido sobre la base de la fuerza representa un desgobierno, por la inevitable lucha peligrosa y perjudicial para todos que se produciría con las fuerzas políticas opuestas al régimen gubernamental.
Una organización social sin normas sería anarquía. La vigencia de normas es una condición esencial de un Estado. La CPE es un conjunto de normas fundamentales establecidas por la Nación misma las cuales fijan y limitan las facultades que el pueblo impone a los gobernantes que elige. La Constitución es esencialmente una Carta Política que contiene las medidas de Estado que deben ejecutar los gobiernos, independientemente de sus tendencias ideológicas y de la clase de sus colaboradores directos.
Por otra parte la CPE registra los derechos fundamentales, las garantías de la persona humana, los DDHH. La Constitución no se la elabora para los gobiernos, sino para proteger al pueblo y para la vigencia de los derechos esenciales. Como Ley Fundamental es el código político que protege jurídicamente las libertades individuales y políticas del pueblo. Así se enseña y se aprende en cursos básicos de Derecho en aulas universitarias.
Recordemos que en los años 50 los gobiernos de entonces a título de “revolución nacional” sometieron a opositores, singularmente a revolucionarios dirigentes de FSB, columna vertebral de la oposición liderada por Oscar Únzaga de la Vega, por la defensa de la libertad y la democracia contra el autoritarismo, la corrupción y el atropello desmedido. Ellos sufrieron sañuda persecución, cárceles, destierros, torturas en el siniestro “Control político”, campos de concentración y otros males. También fueron víctimas militares y periodistas, incluso fue asaltado con destrozos y clausurado el periódico “Los Tiempos” de Cochabamba. EL DIARIO de la ciudad de La Paz fue usurpado en octubre de 1970 por la tristemente célebre “Asamblea del pueblo”. Esos gobiernos fueron repudiados y condenados históricamente.
En estos años se ha observado que el propio Gobierno parece no acatar ni respetar disposiciones de la CPE vigente y parecería que utiliza al Órgano Judicial como un “garrote político”, con el consentimiento del Órgano Legislativo, contra opositores y contra la libertad de prensa y periodistas, lo que va mereciendo una condena y protesta generalizada. Criticar u observar con responsabilidad los desaciertos del Gobierno no es ser de “derecha”, como respaldar no es ser de “izquierda”. La concentración de autoridad en un solo Órgano de Poder hace que se corra el riesgo de avasallamiento de las libertades públicas. La verdadera Democracia otorga derecho a opinar sin restricciones
No se debe estar intimidado ni amenazado a título de “proceso de cambio”. Ningún boliviano tiene que estar sujeto al temor, como en la época del stalinismo, cuando se arremetía de una u otra forma contra quienes tenían ideología o principios diferentes.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |