(ANF).- Una niña de diez años, que por equivocación se subió a una flota, terminó viajando sin documentos ni control policial desde El Alto a Potosí, y una mujer que la halló llorando en las calles potosinas la llevó hasta Santa Cruz, donde fue entregada a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia para el reencuentro con su madre.
Sara fue enviada por su madre la noche del domingo pasado a comprar huevos a la tienda de su barrio (Alto Lima Tercera Sección). Pero la niña se había subido a una flota y al día siguiente apareció en la ciudad de Potosí.
Ningún policía se percató que viajaba sola y sin documentos, según relató ayer el periodista Berthy Vaca del diario “El Deber”.
Una mujer al ver a la niña que lloraba en la terminal terrestre de Potosí, optó por llevarla hasta Santa Cruz. El martes llegó a la capital cruceña. Tampoco los policías de tres departamentos: Potosí, Chuquisaca y Santa Cruz, se percataron que Sara viajaba sin documentos y con una mujer desconocida.
Sara en la capital cruceña fue entregada a Radiopatrullas 110, organismo que derivó a la niña a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, cuya directora logró contacto teléfonico con Paulina Limachi de Apaza, madre de la niña viajera. El reencuentro de madre e hija se produjo el miércoles en Santa Cruz. Ambas están de retorno a El Alto donde viven junto a su padre y cinco hermanos.
El Gobierno ordenó a la Policía y el Ministerio Público realizar inspecciones en las empresas de transporte interdepartamental para evitar el viaje de menores sin documentación.
Largas filas existen en diferentes terminales de buses para adquirir las notas de autorización para el viaje de menores, sin embargo el caso de la niña alteña descubrió tremendas fallas y negligencia de los controles policiales.
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