“No mereció perder, tampoco ganar”

A pesar de que ganó el partido, Ecuador no fue ni la sombra de lo que futbolísticamente mostró frente a rivales más fuertes, no por errores no forzados de los ecuatorianos utilizando terminología del tenis, sino por un planteamiento bien organizado que les complicó la vida. Nadie discutirá que se llevaron el mayor porcentaje de dominio de balón y que jugaron muchísimos minutos en campo boliviano, intentaron por todos lados y no pudieron hilvanar una decente, no son argumentos, en esta ocasión, que justifiquen la victoria del seleccionado ecuatoriano.

Bolivia achicó los espacios de tal forma que, ante la presión, el orden se les alteró y en determinados momentos fueron incluso presa de los nervios.

La verde tuvo, como viene demostrando en años anteriores, grandes problemas en las salidas, nunca solucionamos este gran inconveniente, continuamos alejados y a muchos metros de distancia del área a la que tenemos que hacer daño, y de lejitos… complicado que lo hagamos. Con la premisa que todos tienen que defender y todos tienen que atacar, la sincronización para lograr esto llevará más de un par de semanas de entrenamiento, tema que no me preocupa, ya que hasta el Mundial Rusia 2018 hay bastante tiempo y con la cantidad de jóvenes que están, más los que con seguridad estarán, sumado a cómo arrancaron a órdenes de Azkargorta en este partido, pinta bonito.

Seguimos imprecisos, por la falta de coordinación entre los muchachos, esto solo se logra con la repetición en el intento de conseguir “compadreríos futbolísticos” como el del Diablo con Ramallo o el de Botero con Gatti Ribeiro, esto supone una mayor participación de quienes tienen la obligación de alimentar a Martins y no lo hacen, nadie hasta el momento ha podido nutrir al mejor jugador del “Brasileirao”. Con mucha dedicación, anda como limpiaparabrisas de un lado al otro abriéndo espacios a sus compañeros de manera generosa y resignado a llevar adelante esta tarea de segundo orden. No tendría que ser así. La falta de convencimiento de avanzar más metros en ataque o realizar una gambeta para pasar al frente, terminan siendo argumentos verdugos del solitario delantero.

En lo que sí o sí vamos a mejorar, es en el orden; que de acuerdo al ABC de esta disciplina tiene que partir de atrás para adelante, porque lo hicieron bien, con personalidad, autoridad, seguridad y esto hay que reconocer y valorar; arquero y defensa dan garantías, cargan la actitud de hacerse respetar y en estos momentos es la principal, o tal vez, nuestra única fortaleza.

Uno induce y calcula un crecimiento con características especiales como las necesita la selección de nuestro país, crecimiento que deberá tener también la prensa especializada en el país. Aprovechar que prácticamente se está arrancando de cero, y sobre todo, a los que piensan que continúan siendo los arbitrajes los que no nos permiten tener mejores resultados o un mejor futuro, en otras palabras revolcarse en la mediocridad de la búsqueda de responsables y culpables externos.

“Bolivia no mereció perder, tampoco ganar” y con esta frase de Azkargorta me despido hasta mañana.