Alardes de Poder

Argentina hizo alardes de su poderío ofensivo y derrotó ayer a Paraguay por 3-1 con goles de Di María, Higuaín y Messi, quien estrelló dos balones en los palos y con este resultado lidera la clasificación sudamericana del Mundial de Brasil 2014.

Ángel Di María fue el organizador de los argentinos, el futbolista que ordenó el juego de su equipo y liberó de responsabilidades a Messi, marcado en zona.

El equipo local fue directamente a las cosas, y a los tres minutos, tras un pase largo de Gago a Lavezzi y un centro de éste que no alcanzaron a rechazar los zagueros paraguayos, Di María marcó con un impecable remate de zurda desde fuera del área.

Paraguay impidió, sin atosigarle, que Messi jugara con libertad, luchó en la zona central para anular la creatividad albiceleste y controlar la situación, pero recorrió trayectos cortos con la pelota en los pies de Ayala, Riveros, Estigarribia y Fabbro.

Las faltas limitaron a Messi, también a Lavezzi. Paraguay se vio obligado a apelar a ellas para cortar los veloces intentos argentinos, desentendiéndose de su necesidad de atacar para igualar el marcador, pero un error de Braña, que quiso rechazar el balón con la cabeza y le pegó con la mano, dio a la albirroja una posibilidad inmejorable para marcar.

Fabbro, de penalti, consiguió el empate transitorio a los 18, en un partido sin relieves, denso por la sucesión de faltas paraguayas y con cierto dominio de Argentina, aunque carente de brillo y profundidad.

En una jugada rápida, como surgida de otro encuentro, Di María dejó casi en soledad a Higuían frente al portero Villar a los 30 minutos y volvió a poner en ventaja a los albicelestes, que tuvieron otra oportunidad para anotar cuando Messi, a los 36, estrelló el balón en un poste al cobrar una falta.

En el arranque del segundo tiempo, Messi aprovechó un error defensivo de Paraguay, llevó el balón dominado en solitario hasta enfrentarse al meta y su vaselina de zurda dio en un poste.

El equipo de Alejandro Sabella acentuó su dominio, sin contar con la precisión de ocasiones recientes y a la espera de que Messi tuviera otra oportunidad y mejor puntería para anotar, frente a una formación que no encontraba la manera de progresar en el campo.

Un zurdazo de tiro libre de ‘la Pulga’, junto a un palo, dio el tercer gol a la Argentina a los 64 minutos y provocaron la algarabía de una multitud que colmó los graderíos del estadio Mario Alberto Kempes.

Santa Cruz tuvo poco contacto con la pelota, Haedo Valdez salió en su reemplazo para intentar algo más, pero a Paraguay le faltó juego y se diluyó cuando comenzó a perder distancia en los marcajes. El resto del partido fue favorable a los impulsos locales, que no afrontó riesgos en ningún momento del encuentro.