La selección de Brasil se impuso ayer con un mezquino 1-0 anotado por Hulk a la de Sudáfrica en partido amistoso jugado en Sao Paulo y que le valió el abucheo de 51.000 hinchas defraudados por una exhibición que no convenció.
Brasil, que inició el compromiso con un equipo netamente ofensivo con los creativos Lucas y Oscar y los delanteros Neymar y Leandro Damiao, no mostró el fútbol deseado por los exigentes hinchas que comparecieron en el estadio Morumbí, ni el que se espera del equipo que está siendo preparado para disputar en casa el Mundial de 2014.
Los hinchas comenzaron a impacientarse incluso antes de entrar a la cancha, el partido comenzó con 17 minutos de atraso debido a que el color de las camisas de las dos selecciones era muy parecido y Brasil tuvo que cambiar su tradicional camiseta amarilla por la azul.
La primera oportunidad clara de Brasil se produjo a los 16 minutos, cuando el zaguero Dedé subió más alto que todos los defensas sudafricanos y remató con la cabeza un levantamiento desde la derecha que obligó al portero Khune a mostrar sus habilidades.
Neymar, criticado por los hinchas por sus continuas caídas, desperdició una oportunidad de marcar a los 42 minutos tras recibir en el área un lanzamiento de Daniel Alves
En el segundo tiempo Brasil tuvo mejores oportunidades, aprovechando que Sudáfrica tuvo que sustituir a dos delanteros en pocos minutos por lesiones para mejorar su marcación.
Menezes buscó oxígeno para el equipo con la entrada de Hulk, quien anotó el gol salvador de la selección brasileña al aprovechar un rebote del portero Khune tras una invasión del zaguero David Luiz en un área llena de defensas.
A dos minutos para el final, Menezes sustituyó a Neymar por Arouca y el astro abandonó silbado.
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