Supremacía fortalecida

El británico Lewis Hamilton (McLaren) ganó ayer el Gran Premio de Italia de Fórmula Uno, disputado en Monza, donde el mexicano Sergio Pérez (Sauber) fue segundo y subió por tercera vez al podio, y el español Fernando Alonso (Ferrari) fortaleció su liderato al concluir tercero.

Fernando se benefició de los abandonos de los dos pilotos de Red Bull, el bicampeón alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber, que, después de la carrera de Spa eran sus inmediatos perseguidores en la lucha por el título.

El triunfo de Hamilton, el tercero del año, tras los de Canadá y Hungría, le coloca ahora segundo en un campeonato que comanda el español con 179 puntos, 37 más que el inglés y con 38 sobre Kimi Raikkonen (Lotus), quinto en Monza, detrás de Felipe Massa, el compañero brasileño de Fernando.

Hamilton salió bien, igual que Massa, que había sido tercero en la crono y que en la arrancada dio buena cuenta de Button.Sin igualar la gesta de Valencia, Alonso firmó ayer una gran remontada, que forjó ganando cuatro puestos en la primera vuelta.

En la salida, el asturiano superó al escocés Paul di Resta (Force India) y al alemán Nico Rosberg (Mercedes), antes de rebasar al japonés Kamui Kobayashi (Sauber) en la parabólica y a Kimi en la recta de meta.

Luego batalló con el alemán Michael Schumacher (Mercedes) y superó al ‘Kaiser’ al comienzo de la séptima vuelta, momento a partir del cual rodó en quinta posición.

Si Hamilton volaba por delante, no era menos lo que hacía Pérez por detrás, que, luego de superar en la decimoséptima vuelta a Raikkonen, ya era sexto. Dos giros después, Button rebasaba a Massa, justo antes de la entrada en garaje del paulista, en una carrera en la que los cinco primeros fueron a una sola parada.

Alonso atacó a Vettel, en la ‘chicane’ y a la salida de la ‘curva grande’, donde el alemán se defendió de forma antirreglamentaria y fue sancionado con un ‘drive through’, que cumpliría después de que el español lo superara en la segunda variante de la vuelta 29.

Con lo que a Fernando sólo le quedaban por delante los McLaren y su compañero, al que pasó en la 40, cuando ya se había retirado Button.

Pérez atacó a Massa y lo superó en la 43, tres vueltas antes de rebasar a Alonso. Mala noticia que para el español se convirtió en buena cuando en el tramo final de la prueba se retiraron los dos pilotos de Red Bull. Vettel lo hizo a falta de cinco giros. Webber, a dos para meta.

De tal forma que los tres hombres que subieron al podio lo hicieron llenos de felicidad. El primero, por ganar; el segundo, porque sabe que pronto lo hará; y el tercero porque fortaleció su liderato. A falta de siete carreras, el Mundial abandona Europa. Y pase lo que pase en Marina Bay, Alonso seguirá líder después de la carrera de Singapur. EFE