Elduayen, Una vida de sacrificios que inició como juego de niños

En nombre del futuro y bienestar de la familia

“Cuando me fui a Montevideo con mi bolso ni lo soñaba, igual que la primera vez que pisé el Centenario no lo pensaba. Jugar ahí con los mejores y ser partícipe de eso, estar con ellos a los 25 años era lo mejor, y más cuando la mayoría jugaban en el exterior. No se puede explicar con palabras lo que se vive porque es como un sueño, es lo que quise vivir siempre, estar en la élite del fútbol porque están los mejore


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Federico Elduayen, llegó a Sucre para reforzar la portería de Universitario. Muy pocos se dieron cuenta a un principio de que no era un arquero más que visitaba nuestro país, se trata de un ex mundialista. Fue convocado a la selección de su país para jugar el Mundial de Corea-Japón 2002.

Comenzó muy joven la práctica de esta disciplina. Antes de cumplir 16 años, salía de su ciudad natal para incorporarse a las divisiones menores de Peñarol, club que después le daría su primera oportunidad en la máxima categoría de ese país.

Como muchos que se dedican a esta actividad, tuvo que sacrificar algunas cosas para sobresalir en el mundo del fútbol, entre ellas los estudios. También a su familia la tuvo que dejar para salir de su ciudad natal siendo adolescente. Una vez que formó su propio núcleo familiar se vio obligado a dejarlo temporalmente para trasladarse a otro país en busca de mejores condiciones para él, su esposa y su hijo.

En la actualidad nuevamente se encuentra lejos de los suyos, pero espera que en un tiempo corto más pueda llevarse a su familia a la Capital del Estado donde defiende la portería de Universitario que, hasta hace algún tiempo estuvo disputando la Copa Sudamericana.

HOJA DE VIDA

Nombre: Federico Martín Elduayen
Nacimiento: 25 de junio de 1977
Lugar: Depto. de Rio Negro, Uruguay
Estado Civil: Casado 15 años
Esposa: Paola Rodríguez
Hijos: Gastón (14) y Lucía (11)
Padres: Gustavo y Alicia
Estudios: Secundaria

1985: Comenzó a jugar al fútbol por invitación de un amigo en un equipo de su barrio, el club se llamaba 18 de julio.

1994: Salió de su ciudad hacia Montevideo donde se incorporó a las divisiones menores de Peñarol.

1997: Nacimiento de su primer hijo, esa llegada no se produjo con sólo alegrías, el pequeño necesitó de tratamientos médicos e incluso de una operación para salvar su vida.

1999: Debut en Primera División del fútbol uruguayo en Peñarol, obteniendo el título de ese año.

2001: Nació su hija Lucía, completando de esa manera la familia que forma junto a su esposa Paola.

2002: Uno de los años más recordados de su vida. Fue llamado a su selección para asistir al Mundial de Corea – Japón. De esa manera cumplió el sueño de todo futbolista, asistir a la máxima cita del balompié mundial.

2005: Se produjo su primera salida de Uruguay, emprendió viaje a Chile, el equipo para el que fichó ese año fue Universidad de Concepción.

2009: Cambió de ciudad y se fue a Rancagua para jugar en Universitario.

2011: Fichó para Unión Española, no fue un buen año para él porque sufrió una lesión en el hombro que le impidió jugar como titular.

2012: Firmó contrato con Universitario de Sucre, club en el que actualmente es figura.

Para empezar, ¿cómo se pronuncia tu apellido?

Se pronuncia Elduayen, y no Elduayén como estuve escuchando en varios medios, no lleva el acento en la última e.

¿Cuándo comenzaste con tu pasión por el fútbol?

Más o menos a los ocho años, fue por casualidad, un amigo me llevó a la cancha para jugar en un equipo de mi barrio, me quedé ahí, el club era 18 de Julio. Luego de eso me llegó la oportunidad de ir a las divisiones menores de Peñarol y a partir de ahí comenzó mi carrera.

¿Cuál etapa de tu vida es la que más recuerdas?

Un año que siempre voy a recordar mucho es 1997. Ese año comencé a jugar en la primera división para Peñarol, pero también nació mi hijo mayor. Ese tiempo vivimos muchas cosas, particularmente por la salud de mi hijo que nació con algunos problemas del corazón y tuvo que ser operado a los dos meses. Sufrimos mucho, pero salimos adelante. Fue duro ese año, lo recuerdo bastante, en los partidos me fue bien, parece raro pero se mezcló todo y por eso es que ahí está uno de mis mayores recuerdos.

¿Por qué te dedicaste al fútbol profesional?

Elduayen según los entendidos

Marcelo Aban
Dirigente

Es un arquero de grandes condiciones tanto dentro como fuera de la cancha. Siempre está atento a las indicaciones que se le da y por eso cumple un buen papel en el arco. Cada vez que el equipo entra en la cancha conversa con sus compañeros para ordenarlos en el partido. Se trata de un verdadero líder para el grupo en todo momento, creo que como muchos otros se merece el cintillo de capitán.

Jorge Asturizaga
Periodista

Que llegue una figura de talla internacional que ha estado en una copa del mundo le da jerarquía al fútbol local, y no solo es un antecedente lo que él tiene, ha demostrado por ejemplo en el partido con Bolívar cuando se convirtió en una verdadera muralla. Repito que su presencia le da jerarquía a nuestro balompié y ojalá que la dirigencia haga esfuerzos necesarios para traer jugadores de esta talla.

Sergio Apaza
Director técnico

Vi un video de sus actuaciones y solicité a la dirigencia que lo contratara por sus condiciones de juego, tanto con las manos como con los pies, además que toma decisiones rápidas y eso era lo que necesitábamos cuando yo dirigía Universitario. Es un verdadero ejemplo para los más jóvenes por su modo de trabajo y su responsabilidad y como persona es excelente. No es por vanagloriarme pero es una buena contratación que hicimos y lo está demostrando con sus actuaciones.

Yo vi siempre el fútbol como un juego, me di cuenta de que esto era profesional cuando ya estaba cerca de entrar al primer plantel a mis 16 ó 17 años. Antes lo veía como un juego y me divertía, y me sentía bien. Fue ese tiempo que percibí que tenía condiciones para hacerlo profesionalmente y que podía hacer una carrera para vivir de esto, no sólo yo también mi familia. Me costó un tiempo adaptarme a esta realidad y dejar de ser el muchacho que se divertía jugando.

¿Tuviste alguna influencia para que juegues al fútbol?

Voy a recordar siempre a la gente de mi pueblo, como te dije antes comencé gracias a un amigo con quien quisimos ir a divertirnos. A un principio me pusieron como puntero izquierdo pero yo les dije que quería ser arquero. Ese tiempo aparecieron algunas personas que me impulsaron y me ayudaron mucho, como mi entrenador de entonces, mi familia era un poco reacia a que juegue, en especial del lado de mi mamá que es de personas profesionales, trabajadoras y que querían que yo laburara y que estudiara para no tomar en cuenta al fútbol demasiado. Entre ellos recuerdo a Pablo Forlán, el papá de diego que también llegó a ser mi entrenador.

Por lo que cuentas dejaste algunas cosas para ser futbolista, ¿qué tuviste que hacer a un lado para ser jugador profesional?

Lo que más a uno le cuesta es tener que dejar muchas cosas, como tu familia. Viajas mucho. Hay que trasladarse de una ciudad a otra y dejas las cosas a mitades. Hay que sacrificar los momentos familiares, y cuando ya formas tu familia dejas de ver a tus hijos seguido y te pierdes los detalles propios del crecimiento de tus hijos. Hay que entender que si te dedicas a esto, no es sólo por uno mismo sino porque tienes una familia y hay que darles lo que necesitan, por ahí también va el sacrificio. En este momento yo estoy sólo en Bolivia, mi familia sigue en Chile. Y eso no es sólo desde el comienzo, ahora yo tengo 35 años y me voy a perder el cumpleaños 15 de mi hijo mayor, esas cosas son las que uno deja para darle un mejor porvenir a la familia, y el rédito es el bienestar de los tuyos y una buena educación de los chicos.

¿Esos sacrificios valen la pena? ¿En algún momento pensaste dejar el fútbol y dedicarte a otra cosa?

Indudablemente es difícil, pero en mi caso es a lo que decidí dedicarme, no tengo estudios necesarios como para decir que me salgo mañana y me dedico a otra cosa, me voy por ese lado. Claro que veo lo positivo que es el esfuerzo que hago para mi familia, para que mis hijos tengan un buen futuro y terminen sus estudios, porque lo que hagan en la vida depende de eso, de darles las armas para que puedan luchar por sí solos en un futuro. Uno tiene que habituarse a esto, viví momentos difíciles hace un tiempo, porque no me salía nada para jugar y había conversado con mi familia de que hasta fin de año iba a esperar y si no conseguía ningún contrato vería a que otra cosa me dedicaría, mas bien apareció lo de Universitario junto a otras cosas más que me propusieron en Chile y al final decidí venirme acá. Hay que tomar las cosas cuando se presentan, porque después de cumplir los 30 las posibilidades se van acortando por el tema de la edad. Uno ya va pensando en el retiro y en el futuro para que no le pesque de sorpresa.

Hablando de la edad, ¿es cierto que un arquero mejorar con el tiempo, cuando tiene más edad?

Pienso que sí, porque cuantos más errores uno comete y más goles le convierten es cuando más se forma. Creo que entre los 20 y 25 uno sólo es un ataja pelotas, hablando por mí a partir de los 27 años me sentí más seguro, antes de eso me comí muchos goles, demasiados errores y pasé malos ratos. Es como en la vida, tienes que aprender de los errores y hacerte más grande, y hoy en día te digo que tengo 35 años y físicamente me siento bárbaro, como si tuviera 20 años.

¿Dejaste algo pendiente en tu vida para dedicarte al fútbol y que quisieras retomar en tu vida?

Tuve que dejar los estudios, ese es un tema pendiente. Gracias a Dios la vida me da la posibilidad de vivir de esto, sé que fue una decisión acertada, pero me gustaría terminar los estudios y tener después un título, no sé si de entrenador o preparador físico, pero la idea es titularme y poder vivir de eso. Después tengo temas familiares, pero habrá tiempo para poder resolverlos.

¿Por qué decidiste venir a Bolivia y no quedarte en Chile con las opciones que tenías?

Porque la gente de Universitario fue la que más se interesó y porque tomaron las decisiones rápido, además que hubo una palabra de por medio con mucho tiempo y la respeté.

¿Puedes contarnos tu experiencia mundialista?

Es lo máximo. Cuando me fui a Montevideo con mi bolso ni lo soñaba, igual que la primera vez que pisé el Centenario no lo pensaba. Jugar ahí con los mejores y ser partícipe de eso, estar con ellos a los 25 años era lo mejor, y más cuando la mayoría jugaban en el exterior. No se puede explicar con palabras lo que se vive porque es como un sueño, es lo que quise vivir siempre, estar en la élite del fútbol porque están los mejores del mundo. Esas son cosas imborrables, un sueño cumplido.
vvLeonardo Alvarez

 
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