Estudio confirma crecimiento del consumo de gas natural en La Paz

El consumo de gas para uso doméstico ha crecido en el departamento un 3,7%, superior al registrado por Cochabamba y Santa Cruz. Presentarán el estudio este miércoles 12 de septiembre.

El consumo final de gas natural en el departamento de La Paz evoluciona favorablemente, registrando una elevada tasa de crecimiento promedio anual que alcanza al 19%. El consumo de este combustible se convirtió, en el año 2009, en el principal energético en el nivel departamental, de acuerdo al Balance Energético Departamental 2005-2009, elaborado por la Plataforma Energética bajo el auspicio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).

La investigación también refleja que aunque el sector industrial absorbe un gran porcentaje del consumo total de gas natural (82% en 2005 y 71% en 2009), el uso de este energético no se ha reflejado en una mejora de productividad. “La industria paceña no ha logrado entonces aprovechar a fondo la ventaja competitiva que significa acceder a un gas a precio muy económico”, señala.

Por otro lado, el consumo de gas natural en hogares del departamento, ha crecido del 1% al 3,7% del total de energía consumida en el sector residencial, una tasa superior a la registrada en Cochabamba (2,9%) y en Santa Cruz (1%).

“Curiosamente, los departamentos productores realizan menos esfuerzos para ampliar la penetración de gas para consumo residencial. En todos los casos, el escaso porcentaje contrasta con las fuertes inversiones realizadas para el desarrollo de la infraestructura de redes de gas, que estuvo alrededor de los 100 millones de dólares entre los años 2009 y 2011”, enfatiza el estudio.

En el ámbito del transporte, si bien el consumo de Gas Natural Vehicular (GNV) se ha triplicado en el departamento, su participación en la matriz de consumo de transporte apenas alcanza el 11% en el año 2009, muy por detrás de la de Santa Cruz, que alcanza el 24% y la de Cochabamba, que llega al 34%.

Los balances energéticos departamentales reflejan de manera organizada la evolución de la producción, el comercio, la transformación y la demanda de energía y su relación con la actividad económica; en la actualidad estos estudios revisten especial importancia en el régimen autonómico, que otorga nuevas competencias y responsabilidades a los gobiernos departamentales, entre las que se encuentra la planificación energética, como parte de la planificación de la gestión política y económica.