Santiago de Chile.- La confirmación judicial de que la muerte del presidente Salvador Allende fue un suicidio y algunos incidentes aislados marcaron ayer en Chile la conmemoración del 39 aniversario del golpe militar de Augusto Pinochet.
El Ejecutivo, el primero de tendencia conservadora que hay en el país desde 1990, no ha celebrado actos conmemorativos, como sí hacían los anteriores gobiernos de centroizquierda, y ha llamado a los ciudadanos a recordar esta fecha en paz. Sin embargo, la jornada comenzó con algunos incidentes aislados, informó Efe.
En el distrito de San Bernardo, al sur de la capital, grupos de encapuchados levantaron una barricada e intentaron atacar una comisaría de Carabineros, hechos por los que fueron detenidas tres personas.
Además, algunos jóvenes encendieron barricadas y cortaron la avenida “11 de Septiembre”, en el distrito de Providencia. La policía desalojó un liceo cercano que había sido ocupado la víspera y detuvo a diez personas, nueve de ellas alumnos del centro.
La fecha fue recordada con homenajes a las víctimas de la dictadura pinochetista, como el realizado ante el monumento a Salvador Allende que se erige frente al Palacio de la Moneda con presencia de familiares del presidente derrocado y representantes de grupos de izquierda, incluido los partidos Comunista y Socialista.
“Mi abuelo fue un hombre coherente con sus ideales, luchó siempre por una sociedad más justa y creo que ese legado está más vigente que nunca”, manifestó allí la socialista Maya Fernández Allende, nieta del presidente.